Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

Ser juzgado como el empleado más dedicado y responsable de la compañía por quedarse en la oficina más de diez horas no es equivalente a tener un mejor desempeño en la jornada laboral, según un estudio del 2010 publicado en .

El estudio, que realizó entrevistas en profundidad a 39 gerentes corporativos, reveló que la mayoría consideraba que los empleados más dedicados, trabajadores y responsables eran aquellos que pasaban más tiempo en la oficina. Sin embargo, de acuerdo a una publicación del , este es un concepto que ha perdido vigencia para los profesionales actuales. El valor de los abogados, consultores y analistas no se mide por su tiempo en el trabajo, sino por el valor que crean a través de su conocimiento.

En realidad, al juzgar a los empleados por el sobretiempo que realizan en el trabajo impide que desarrollen hábitos productivos. Al concentrarse en las horas trabajadas en lugar de los resultados producidos, los profesionales evitan responder la pregunta más importante: ¿estoy usando mi tiempo de la manera mejor posible? Como consecuencia, los trabajadores hacen un uso ineficiente de su tiempo.

Las reuniones son un ejemplo perfecto. Muy pocos profesionales dirían que asistir a reuniones es la mejor manera de invertir su tiempo. En una encuesta, los trabajadores norteamericanos dijeron que dos tercios de estas reuniones son un desperdicio. Robert C. Pozen, autor del artículo en el HBR, opina lo mismo: "demasiado seguido, la información es repetida o las discusiones se salen del tema".

SolucionesPara dejar de hacer sobretiempo, hay que comenzar por evaluar el uso que le damos al tiempo en la oficina, aún si esta reflexión no formara parte de la cultura de la organización.

Eso implica diferenciar lo que es importante para uno mismo, la compañía y el jefe de aquello que no es relvente. Una vez que se ha realizado este riguroso ejercicio para establecer prioridades, hay que prepararse para decir "no" a aquello que no importa:

1. Rechaza las reuniones lo mejor que puedas. Puedes explicar la carga de trabajo pendiente bajo tu responsabilidad y pedir revisar las notas tomadas durante la reunión.

2. Borrar e-mails. No tengas temor de usar el botón "suprimir" cuando revisas tu bandeja de correos.

3. Medir esfuerzos. Si no puedes decirle "no" a un cierto pedido, reconoce que tal vez solo sea necesario un esfuerzo medio para terminar esa tarea. No pases horas poniéndole un esfuerzo superior a menos que sea realmente necesario.