Redacción Gestión

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Empresas exitosas como Amazon, Spotify, Ericsson y Adobe entre otras, utilizan Scrum para la creación de sus productos. El origen fue el mundo del desarrollo de software y poco a poco, los elementos, los roles y las ceremonias de Scrum fueron ganando terreno en otros rubros donde se crean productos y servicios en contextos complejos y cambiantes.

¿Qué es Scrum? Es una manera de trabajar muy útil a la hora de crear productos (o servicios, en mi opinión) en contextos complejos, como por ejemplo una , una identidad corporativa, o un sistema informático. Gracias a Scrum es posible hacer frente a problemas complejos e impredecibles que emergen en este tipo de trabajo creativo e innovador.

¿Cuántas veces hiciste planes que no resultaron o hiciste todo lo que estaba a tu alcance para lograr un objetivo, y al final no lo lograste? Es que recurrentemente creemos estar en control de algo y en realidad no lo estamos. El control es una ilusión, una herencia del racionalismo.

Frente a los resultados adversos tenemos dos opciones: una es ignorar la complejidad, atribuir los malos resultados a una mala planificación, mala estandarización, mal sistema de premios y castigos y seguir haciendo más de lo mismo.

Otra es reconocer la complejidad y actuar en consecuencia, abandonando la pretensión de controlar el futuro y comenzando a danzar con el mundo que nos rodea. Esto es lo que promueve Scrum.

Lo atractivo de esta forma de trabajo es que parte de una obviedad que a veces se descuida: todo trabajo en equipo es, en definitiva, una actividad social.

Scrum hace énfasis en maximizar las relaciones interpersonales y en fomentar la autonomía responsable como factores claves para alcanzar el éxito en los proyectos. A cambio, se obtiene un equipo altamente motivado y comprometido, un lugar al que nunca se llega por medio de procesos estandarizados y herramientas predefinidas.

En Scrum, el trabajo comienza con una actividad de planificación que involucra al equipo completo y al cliente. La comunicación es fluida, el progreso transparente y los impedimentos se examinan.

En un periodo de tiempo más corto que el que manejan las metodologías tradicionales, se entrega al cliente una primera versión del producto que funciona, se obtiene su feedback y se buscan las mejoras para continuar avanzando.

No más clientes ansiosos y decepcionados. Adiós para siempre a los productos que tardan meses eternos en ver la luz por primera vez. El secreto es que la repetición en periodos cortos de tiempo desemboca en un producto exitoso y en equipos de alto rendimiento por el aprendizaje continuo.

Nacido como respuesta a los tradicionales proyectos de meses o años de duración, Scrum es una novedosa forma de trabajo que trae flexibilidad para responder a la turbulencia de este siglo y al sentido de inmediatez de las nuevas generaciones.

Esos largos periodos sin ver resultados, la desmotivación de los lunes por la mañana, la pérdida de oportunidades por falta de reacción; todos estos síntomas son resabios de costumbres y valores que han quedado en el pasado.

Las tareas repetitivas y estandarizadas son para las máquinas, los humanos pueden darle la bienvenida a Scrum para darle un nuevo significado a su vida en el trabajo.

Acerca de Martín AlaimoCoach organizacional y entrenador profesional. Autor del libro "Proyectos ágiles con #Scrum". Como Certifield Scrum Coach (CSC) y Certified Scrum Trainer (CST) su principal tarea es el trabajo en equipo bajo un marco colaborativo relacional en contextos complejos. Creció como profesional del rubro tecnológico.

En el 2009, fundó la empresa Kleer, con presencia regional y proyectos implementados en Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Perú, entre los principales.

Se trata de una organización que cree en otras formas de relacionarnos para conseguir resultados fantásticos que hagan sentir orgullosos a las organizaciones.