Redacción Gestión

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Actualmente los no están solamente asociados a los financieros, sino a diversas áreas operacionales. Para ello surge una Guía que les permita a las empresas gestionar sus riesgos 'sin maquillaje', y medir su probabilidad de ocurrencia e impacto a través de un 'mismo idioma', aseguró Edmundo Lizarzaburu, catedrático de la Universidad .

Según el especialista, la ISO 31000 surge como una con lineamientos que permitirán ayudar a todas las organizaciones de todos los tipos y tamaños. No obstante, no es un estándar del que se pueda solicitar certificación.

La norma contempla los siguientes pasos:

(Fuente: Knight, K. (2012). Risk Management: A journey… not a destination!)

El primero de ellos es crear valor y establecer el contexto, es decir, analizar cómo está posicionada la empresa. Acto segundo, es ver la integración de los procesos de la organización a través del mapeo de tales.

Para el catedrático, el siguiente paso es la toma de decisiones frente a un riesgo evidenciado, el cual puede ser de índole financiero, o de liquidez, mercado, operativo, o hasta crediticio.

Todo riesgo genera una incertidumbre hacia el futuro, y por ello, el siguiente paso es el tratamiento de tal. Por tal razón, agregó debo contar con la mejor información y adaptación a nuevos medios que puedan generar una variación.

Por último, es importante tener en cuenta el análisis cualitativo y cuantitativo, y evaluar los riesgos, ya que no se pueden eliminar, pero sí mitigar.

"La distribución de probabilidades también se da en el manejo de riesgos, y se gestionan a través de una base de datos. La SBS y la SMV permiten la existencia de una base de datos y eventos, y se revisan diaramente. De la misma manera, una empresa debe analizar sus eventos pasados y tratar de mitigarlos", agregó Lizarzaburu.

En cuanto a los tipos de riesgo, existen los de crédito asociados a provisiones así como los de liquidez a través de la emisión de instrumentos de deuda como bonos u operaciones de tipo de cambio, y swaps, afirmó el catedrático

Además, figuran los riesgos operacionales acotó que hacen que toda la gente esté atenta a lo que pueda pasar. "La 'norma' permitirá que todos hablen el mismo idioma, y cuando sucede esto, la empresa genera éxito y continuidad en el mercado. A mejores procesos, menores costos, y menores comisiones", agregó.

El datoEn noviembre del 2009, la organización Internacional de Normalización (ISO) publicó la Guía-ISO 31000 Gestión de Riesgos: Principios y Directrices (Norma, pero no es certificable). Así, esta 'norma' complementa a otras herramientas empleadas en la gestión empresarial, tales como ERM- COSO II, el COBIT, entre otras.