Redacción Gestión

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Cada vez son más las empresas alrededor del mundo que se vuelven expertas en aumentar la productividad, mejorar los márgenes y ganar más dinero.

Pero ¿qué pasa con nuestra felicidad en el trabajo? Las estadísticas advierten que entre 70% y 80% de los empleados están 'desconectados' con su trabajo.

"Somos infelices en nuestros empleos, y si no se había dado cuenta, pasamos gran parte de nuestras vidas en el trabajo", opina Dave Kerpen en un artículo publicado por .

La importancia de la felicidad laboral parece evidente. Aun así, muchas personas tienen poca o ninguna esperanza de gustarles su trabajo o sentirse satisfechas con él. "Es sólo un trabajo," dicen a menudo.

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El 6 de marzo se realizará en Lima un foro internacional sobre ciencia de la felicidad aplicada al trabajo, organizado por Gestión y The Edge Group.

Ya sea que carecen de interés por disfrutar su empleo o tienen de antemano el concepto de trabajo como un mal necesario, muchas personas ni siquiera piensan en ser felices en el trabajo.

El nuevo libro de Chris Reimer, Happywork, es una mirada audaz y refrescante a nuestra vida laboral. Al contar la historia de una empresa con la peor cultura de oficina que uno se pueda imaginar, el libro ofrece sugerencias para mejorar el clima laboral.

En su publicación, Chris resalta que la felicidad en el trabajo es fundamental no solo para la eficacia y productividad de las personas, sino también para sus familias y salud personal.

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En un esfuerzo por comprender mejor cómo generar un clima laboral positivo –uno donde reine la felicidad, salud y productividad de los empleados– le pedí a Chris que comparta las ocho conductas que arruinan el clima laboral en la oficina. Esto es lo que dijo:

1) Siempre dar feedback negativo y nada positivo. No querrá que a sus empleados se les suban mucho los humos. El feedback (retroalimentación) positivo es la cereza de las tácticas de recursos humanos y usted no tiene tiempo para eso. Por otro lado, las personas que trabajan para usted no aprenderán la lección a menos que dejen de cometer errores. Tienen que temer cometer errores. De esa manera, los errores simplemente desaparecerán.

2) Tomar el crédito por el trabajo de otros. Al final, usted los contrató. La gloria es suya. Además, sus empleados probablemente se sentirán avergonzados de ser reconocidos públicamente por sus grandes ideas y esfuerzos.

3) Hacer que sus empleados compitan arduamente entre ellos mismos. Sí, estamos compitiendo con una serie de increíbles empresas llenas de talento. Pero la competencia empieza desde adentro; es una lucha encarnizada donde solo quedan de pie los más talentosos. Tenemos que separar el grano de la paja; una vez hecho esto, podemos comenzar a cooperar e ir en pos de nuestros adversarios.

4) Ignorar las grandes ideas de sus empleados. De hecho, ni siquiera las escuche, a menos que sea una idea que valga la pena robar (vea el punto Nº 2). Usted es el que tiene los títulos elegantes; estas personas trabajan en puestos inferiores por una razón, ¿verdad? Con una cantidad limitada de tiempo al día, usted debe ser selectivo al momento de escuchar.

5) Despedir a los buenos trabajadores sin ninguna razón y mantener a los que no aportan nada. Cuando llegue el momento de cortar algunas cabezas, hágalo con total prejuicio e impunidad. Lo mejor es mantener a sus empleados en vilo, como una especie de pistolero haciendo disparos al suelo mientras el resto baila.

6) Hostigar a los empleados salientes. Los empleados que están de salida son gente que abandona el barco y necesitan sentir dolor por su traición, muy aparte de lo que usted puede decir sobre ellos en el boca a boca, redes sociales, blogs, futuros discursos, y así sucesivamente.

7) Monitoree a sus empleados acechando sus páginas en redes sociales. Y si usted se percata de algo que no le gusta, exíjale más detalles e incluso sus contraseñas personales para enterarse de todo. Quizás esta práctica sea ilegal, pero ellos son sus empleados y usted tiene derecho a saber lo que están haciendo en línea.

8) No pensar para nada en el equilibrio entre la vida y el trabajo. ¿La razón? Porque no tiene nada que ver con el trabajo. Haga que uno de los abuelos vaya a recoger a su pequeño hijo. Usted fue contratado para estar en la oficina, trabajando para la empresa. No tenemos tiempo para niños enfermos ni otros problemas personales. Las personas competitivas conviven con el dolor todos los días. ¿Por qué no puede usted y sus hijos hacer lo mismo? Nuestra empresa está en una misión, y necesitamos saber si usted tiene lo que se necesita para lograr los resultados (de lo contrario, ver. Nº 5).

Atento a estas conductas. No importa cuál sea su rol en la empresa, usted puede ser parte del problema o parte de la solución.