Redacción Gestión

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¿Hay un patrón cuando nos equivocamos? Los colaboradores de la revista Harvard Business Review Jack Zenger y Joseph Folkman analizaron la data de unos 50,000 líderes y compararon su comportamiento para analizar por qué a veces se toman malas decisiones.

1. Pereza. Esta es una falla común: pereza para analizar las circunstancias, para tomar iniciativas, para confimar algunos supuestos o para recoger más información. Quienes se confían de las prácticas que en el pasado tuvieron buenos resultados suelen escoger de forma errada.

2. No anticipar imprevistos. Lamentablemente, los eventos negativos suceden. Por tanto, un buen tomador de decisiones debe considerar todas las posibilidades, incluyendo las dañinas. Una baja de precios, recesión, tormentas en los mercados, fraudes, etc. Los líderes no cierran los ojos al mal.

3. Falta de decisión. Cuando una decisión es complicada, es común quedarse revisando los datos, solicitar más reportes o esperar a un nuevo análisis. Sin embargo, esta información podría llegar demasiado tarde para escoger la opción ganadora.

4. Aferrarse al pasado. Las decisiones pobres se generan por el rechazo a adoptar nuevos procesos o nuevas alternativas. Si cree que el diablo más sabe por viejo también en sus asuntos laborales, podría estar perdiendo oportunidades más beneficiosas.

5. No tener estrategia. Si el problema no se relaciona a la estrategia general del proyecto, es probable que las decisiones sean pobres. Cuando no se tiene clara la estrategia, más de una solución puede parecer correcta. No se confunda.

6. 'Sobredependencia'. Las buenas decisiones nunca suceden cuando el líder espera a su colega para recibir su punto de vista. Las decisiones eficientes se toman cuando son necesarias.

7. Aislamiento. El buen tomador de decisiones está relacionado con todo su equipo para obtener la información necesaria. Si no sale de su burbuja, podría poner en peligro su proyecto.

8. Falta de conocimiento técnico. Las organizaciones pueden ser muy complicadas y aveces incluso los mejores líderes no tienen todos los conocimientos técnicos o especializados para entender por completo algunas cuestiones. La clave está en encontrar a los mejores colaboradores.

9. Fallas para comunicar Transmitir qué, dónde, cuándo y cómo deben cumplirse las actividades suponen la base de las buenas decisiones. Y después de haber escogido, comunicar la decisión a los colaboradores es la única forma para una buena ejecución.