Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

La remuneración sigue siendo un tabú en muchas organizaciones. Sin embargo, su negociación debe asumirse como parte del trabajo, asegura Sergio Borasino, socio de AB INAC Executive Search. "Creo que es un sacrificio para las personas que no les viene bien hablar del tema; pero, si no lo hace, podrían verse perjudicados".

Qué decir'Si no me suben el sueldo, me voy' es lo peor que podría decir el trabajador a la hora negociar un aumento. Para Borasino, las justificaciones válidas para solicitar una mayor remuneración están relacionadas al desempeño del trabajador y al valor pagado por las demás compañías del mercado.

Así, las justificaciones personales también podrían ser perjudiciales en el largo plazo. Aducir que se tienen deudas, más hijos o enfermedades costosas no sería legítimo para ser mejor reconocido en un puesto.

El momento ideal"El mejor momento para hablar de dinero es después de una evaluación de desempeño", asegura el especialista en recursos humanos. "Si la performance es buena, se puede aprovechar para pedir un ajuste en el pago". En empresas con evaluaciones estructuradas se debería esperar a los resultados de las pruebas o acercarse poco después de haber resultado una buena tarea.

No obstante, también es necesario revisar el contexto de la organización y del mercado: "Si están recortando personal o acaba de entrar un nuevo competidor, recomendaría esperar a que vuelva a la calma o ver otras opciones laborales", comenta Borasino.

Para el jefe"Si una empresa le paga a sus trabajadores por encima del valor del mercado, puede restarse competitividad. Y si les paga menos, corre el riesgo de que se lo lleve la competencia", explica el socio de AB INAC. Por eso, es recomendable negociar los sueldos en base al promedio pagado por las compañías del sector.

"Lo mejor es despersonalizar la negociación. El jefe puede decir 'mis manos están atadas, porque eso es lo que paga el mercado; si quieres ganar más, tienes que ascender'. De otra forma, se entrarían a temas emocionales que pueden desmotivar al colaborador y sería peor", asevera.

También se pueden incluir más elementos en la negociación, como los horarios. Es decir, a cambio de mantener la remuneración actual el empleador podría ofrecer una mayor flexibilidad en los horarios u otros beneficios no monetarios.