Redacción Gestión

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Panorama desalentador. Si analizáramos los puestos de alta dirección de todo el orbe, no encontraremos equidad de género. En pleno siglo XXI la diversidad de liderazgo no se ha concretado satisfactoriamente: la proporción de mujeres en cargos ejecutivos es aún modesta.

A nivel global, el año pasado la proporción de funciones de negocio de alto nivel ocupados por mujeres se situaba en 22%, lo cual ha registrado un leve aumento (24%). No obstante ese incremento (casi imperceptible) ha coincidido con un aumento en el porcentaje de empresas sin féminas en la alta dirección: 33% en 2016 versus 32% en 2015. Así lo concluye una investigación de International Business Report (IBR) de Grant Thornton.

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Según el informe, en la proporción de empresas sin mujeres en alta dirección (52% en la actualidad versus el 34% en el 2012). Cifra por encima de la media mundial (33%). Así solo un 18% de los puestos de alta dirección en la región está en manos de féminas.

Marca onlineEs en ese velan incluso más por su reputación online que sus pares masculinos (72% vs. 63% en hombres). Así lo concluye la Encuesta de Empleabilidad elaborada por LHH-DBM Perú. De acuerdo a Inés Temple, su presidenta ejecutiva, se registró un crecimiento sobre el porcentaje de mujeres que dice cuidar su marca online: pasando de 51% en el 2013 a 72% en el 2015.

Sobre el nivel de satisfacción en el trabajo , se revela también un mayor porcentaje de féminas que dice 'no estar muy contenta' en su puesto actual (que equivale al 23% vs. 18.9% en hombres).

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Terreno localEl escenario peruano no dista del regional. Aunque siete de cada diez mujeres están inmersas en la PEA, de dicha población, solo tres de cada diez ocupan un cargo ejecutivo. Y, dentro de ese ámbito, solo el 10% ocupa un puesto de alta dirección o gerencia, estima Ignacio Hernández de la Torre, director ejecutivo de Michael Page Perú.

"Son datos que otorgan un punto diferenciador positivo respecto a los hombres", dice. "Las mujeres ejecutivas generalmente encuentran más dificultades, pues la sociedad peruana tiene un fuerte componente machista, y se generan las desigualdades laborales."

Hernández de la Torre puntualiza que las vallas laborales para hombres y mujeres las dictan los sectores. Ejemplifica que son más requeridas en rubros que necesitan planes de marketing.