Bloomberg.- Pese a una ola de quiebras, cierres de tiendas y despidos, hay un empleo minorista que todavía tiene alta demanda: científico de datos.

La batalla contra el comercio electrónico está ejerciendo nueva presión para que los minoristas de tiendas físicas arreglen sus locales y ofrezcan a los clientes una experiencia más placentera. Y eso significa estudiar los datos… montones y montones de datos.

Las cadenas de grandes tiendas y otras empresas tienen toneladas de información que podrían usar para perfeccionar el servicio al cliente y obtener más ingresos de los compradores; sólo necesitan que alguien las ayude a analizarlos.

"Cada compañía recoge montañas de datos: algunos valiosos; la mayoría, no", dijo Jay Samit, vicepresidente de la consultora de tecnología Deloitte Digital. "La función del científico de datos es diferenciar unos de otros".

Los científicos de datos no sólo tienen gran demanda en la industria minorista. Los anuncios que ofrecen puestos y las búsquedas de empleo para esa tarea alcanzaron un máximo histórico, según el sitio web Indeed.

Harvard Business Review califica a ese campo de "el trabajo más atractivo del siglo XXI", y los empleadores de todos los sectores industriales y los organismos del gobierno se han esforzado para sumar a estos trabajadores a sus filas.

Parte del atractivo es que, cuando las compañías analizan datos, pueden utilizar la inteligencia artificial y el llamado aprendizaje automático para ayudar a efectuar parte del relevamiento.

Estos trabajos a menudo requieren un currículum frondoso: un doctorado en ciencia de datos, conocimiento del lenguaje Python y sólidas habilidades interpersonales.

A D.J. Patil, el primer científico jefe de datos de los Estados Unidos, se le atribuye el mérito de haber acuñado el término mientras trabajaba en LinkedIn, Patil dice que usar datos para resolver problemas es algo que no a todas las empresas les sale en forma natural, pero que es clave para la estrategia de la mayoría de las compañías exitosas en la última década.

"El sector minorista no se dio cuenta de que el aprendizaje automático y la inteligencia artificial eran importantes hasta que Amazon no empezó a pasarle por arriba", declaró en una entrevista.

"Esto es algo que es totalmente evidente para la gente de datos pero no para la gente de las empresas", señala.

Auge de los frutos rojos

Ahora las compañías están empezando a cambiar y eso incluye a los minoristas. Todavía hay abundantes oportunidades de mejorar las compras en las tiendas físicas. Aun con el ascenso de Amazon.com, los consumidores estadounidenses siguen haciendo alrededor del 85% de sus compras en las tiendas físicas.

Pero la competencia está más dura que nunca, y los consumidores a menudo necesitan un empujoncito para tomar una decisión de compra. Ahí es donde entran los datos.

En 2014, Wal-Mart Stores estudió los patrones meteorológicos y descubrió que la gente era más propensa a comprar frutos rojos cuando había un leve viento y la temperatura estaba por debajo de los 26.6°C.

Pero al delimitar esta tendencia según los códigos postales, las tiendas pudieron reorganizar los exhibidores y aumentar los anuncios digitales locales para maximizar las ventas.

La iniciativa aumentó la venta de frutos rojos más de un 300 por ciento, según Steve Brown, ex ejecutivo de Intel Corp. que ahora es asesor de tecnología.

Los minoristas tradicionalmente toman decisiones basándose en el instinto o la experiencia de sus gerentes. Así definen dónde colocar los productos en las góndolas de las tiendas y qué precio ponerles.

Pero los datos ayudan a garantizar que no se cometan errores, dijo Samit. Y eso puede marcar la diferencia entre tener una compañía que prospera y una que hace agua.

"Los datos son nuestros amigos", señaló. "Los datos no tienen ego. Los datos nunca nos llevan por el camino equivocado".