Redacción Gestión

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Estimada Liz,

Estoy muy molesta por mi situación laboral. Comencé en mi trabajo hace casi doce dolorosos meses.

Nunca en mi carrera profesional me he sentido tan extraña en un lugar de trabajo. Todos los días en la oficina son como empujar una gran roca cuesta arriba.

Me contrataron para ser, por primera vez, directora de Desarrollo de una agencia sin fines de lucro. Mi labor consiste en recaudar fondos y soy muy buena en esto.

Cada iniciativa que propuse y que el Directorio adoró durante mi entrevista hace un año ha sido descartada desde que empecé a trabajar aquí. Creo que quieren que haga tronar los dedos y produzca donaciones de la nada.

Mi , Elena, es la típica fundadora de agencia que no solo es una fanática del control, sino alguien que quiere estar al frente de los medios de comunicación todo el tiempo.

Ella rechaza mis planes de recaudación de fondos porque no son sus ideas, a pesar que he intentado con esmero darle crédito por todo lo que he hecho.

Nuestro banquete anual de recaudación de fondos de este año fue el más exitoso en la historia de la agencia. Implementamos un proceso de recaudación de fondos mucho más moderno y bien diseñado para el banquete de este año y recaudamos US$ 136,000.

El año anterior, la agencia generó US$ 45,000 en el mismo evento.

Después del banquete Elena dijo: "Me sentiría mejor por el dinero recaudado si no tuviera que deducir tu salario de ese monto". ¿Acaso quiere decir que no se puede quedar con todo el dinero porque tiene que pagarme?

Incluso descontando mi paga, se ha recaudado más dinero este año que nunca antes. Pero Elena no piensa elogiar a nadie, porque sería atenuar su propio resplandor.

Si hubiéramos seguido adelante con cualquiera de los tres programas principales que he desarrollado, nuestras donaciones estarían por encima del medio millón de dólares este año, pero Elena nunca ha confiado en mí lo suficiente como para apoyar mis ideas. Ahora me doy cuenta que fue una tontería asumir esta tarea.

Durante el último mes, he estado pensando en dejar este trabajo. El viernes pasado tuve servicio de jurado. Me enviaron a casa después del servicio a las 4:30 de la tarde. Salí del Palacio de Justicia y me dirigí a la oficina para recoger mi laptop. Llegué a la oficina a las 5:20 y todo el mundo se había ido.

Fui a mi escritorio y tomé mi laptop. Como la oficina de Elena está al lado de mi sitio, escuché que ella estaba en su oficina hablando por teléfono. Su puerta estaba ligeramente abierta, por lo que pude oírla claramente decir: "Voy a sacar a Taylor".

"La contratación de Taylor fue una mala decisión de mi parte. Podría usar su salario en otra cosa", dijo en su conversación telefónica con Dios sabe quién. Tuve ganas de entrar a su oficina y enfrentarla, pero no lo hice.

Supongo que debería estar agradecida. Incluso un poco de aviso anticipado es mejor que nada. Solo me fui en silencio. Ahora que sé que Elena está planeando despedirme, ¿qué debo hacer? Ella no me ha dicho nada todavía.

Gracias de antemano,

Taylor

Estimada Taylor,

Lamento que hayas tenido que lidiar con esta situación tan frustrante. Se nota que alguien te estuvo guiando esa tarde después del servicio de jurado. Recibiste un gran regalo cuando oíste a Elena hablar sobre sus planes de despedirte.

Ahora tienes una gran ventaja. Puedes organizar una reunión con ella y exponer el problema por resolver.

Ese problema es la incompatibilidad entre tú y la organización, al menos en este punto en el tiempo. Le preguntarás a Elena: "¿Cómo vamos a resolver este problema?"

Vas a proponer una serie de soluciones. Una de ellas podría ser que simplemente dejes la agencia con un tipo de respaldo (un cheque por despido y la continuación de tus beneficios de salud por un período de tiempo).

Ella estará de acuerdo en darte una buena recomendación (trata que sea una en LinkedIn de manera que todos los que visiten tu perfil pueden verla) y ambas firmarán un acuerdo de no descrédito.

Como alternativa, puedes permanecer como una empleada a tiempo parcial o consultora.

Para nadie es sorpresa que los directores de desarrollo y los directores ejecutivos no siempre trabajen en la misma frecuencia, y muy a menudo, cuando toman distintos caminos, el encargado de desarrollo se queda como consultor para preparar subvenciones y ejecutar otros proyectos a tiempo parcial.

Si estabas pensando en trabajar como freelance, esto sería una gran manera de adoptar ese estilo de vida.

En vista que un pajarito te ha dado esa información al oído, tendrás el elemento sorpresa cuando hables con tu jefa. Vas a tener un plan por escrito para exponer delante de ella, y estarás firme y preparada.