Redacción Gestión

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(Bloomberg).- El multimillonario Masayoshi Son ha estado celebrando el cumpleaños de alguien por el que siente un gran afecto: un samurai disidente que fue su inspirador cuando decidió desertar de la escuela secundaria.

El máximo ejecutivo de SoftBank Group Corp. viajó a Kochi, una capital provincial en la isla más pequeña de Japón y cuna de Sakamoto Ryoma, un samurai del siglo XIX, muy querido en Japón aunque poco conocido en otros lugares, que colaboró con la modernización del gobierno y la economía de la nación. Cerca de 1,000 personas se reunieron para celebrar la ocasión.

"Ryoma fue el punto de partida de mi vida", el segundo hombre más rico de Japón le dijo a una multitud frente al Museo Memorial de Sakamoto Ryoma, un rectángulo de vidrio de 70 metros de largo sobre el Océano Pacífico. "De pie aquí y ahora, junto a su estatua, sigo sintiéndome insignificante. Es un recordatorio de que siempre debemos aspirar a más".

Son dijo que su vida cambió cuando, a los 15 años, leyó un libro sobre Ryoma, cuya visión cosmopolita del mundo lo hizo abandonar la escuela secundaria un año más tarde para viajar a los Estados Unidos. Ha vuelto a leer el libro varias veces: cuando se fundó el SoftBank, durante una grave enfermedad que lo aquejó durante tres años y cuando compró la división japonesa de Vodafone Group Plc, endeudándose por miles de millones de dólares.

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[Sakamoto Ryoma en 1866.]

Contra el establishmentSon y su héroe tienen cosas en común. Ambos fueron jóvenes de origen humilde y de gran ambición, que se opusieron al establishment.

Ryoma, nació en 1835, hijo de un samurai de bajo rango, y jugó un papel clave en el fin del aislamiento de 300 años en Japón, siendo parte del movimiento para derrocar al shogunato de Tokugawa. Se dice que fue quien estableció la primera empresa comercial de la nación y ayudó a que Japón se convirtiera en potencia naval. Fue muerto a los 33 años por asesinos leales al shogun.

Un siglo más tarde, Son nació en el seno de una familia de inmigrantes coreanos. Hizo su primer millón con la invención de un traductor electrónico multilingüe, mientras estudiaba en la Universidad de California. Empleó la ganancia para importar las máquinas de juego Space Invader a los Estados Unidos , antes de regresar a Japón, donde fundó el SoftBank.

Son, de 58 años, ha transformado la compañía –originalmente una distribuidora de software para PC– en una de las operadoras más grandes de Japón, con inversiones en Sprint Corp. (Estados Unidos) y Alibaba Group Holding Ltd. (China) y otras empresas en la India.

Entre los fans de Ryoma también se encuentran un ex primer ministro, Naoto Kan, y un sinnúmero de ejecutivos de negocios. Su imagen se utiliza para vender desde llaveros y cerveza hasta de libros de consejos para hacer negocios y series de televisión.

A pesar de su ubicuidad en la cultura popular japonesa –hasta un asteroide lleva su nombre–, Ryoma es mayormente desconocido para el público extranjero, más familiarizado con los arquetipos samurai del período feudal, a los que el mismo Ryoma ayudó a poner fin.

"En mi oficina hay una foto de Ryoma en tamaño natural", dijo Son en el evento. "Todas las mañanas cuando voy a trabajar, me recuerda tomar una decisión digna de él".