Redacción Gestión

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Al igual que la mayoría de personas, considero que la semana antes de es algo así como una pesadilla, en tanto uno siempre intenta despejar el camino antes de irse, escribe Scott Edinger en su artículo publicado por .

A primera vista esto parece una buena idea: termine su trabajo (y mejor aún el trabajo que habría hecho durante el tiempo que estará de vacaciones), y se puede ir con su mente en paz. "Pero creo que he estado pensando en esto completamente al revés", afirma Edinger.

Lejos de liberarlo para que pueda disfrutar esos días lejos de la oficina, lo que en realidad está sucediendo es que usted está "agotando su energía del futuro" para poder despejar el camino, y por lo tanto, está convirtiendo su periodo de relajación en uno de recuperación. Solo tengo que recordar las últimas vacaciones que tomé para demostrar este punto.

A ver si esto le suena familiar: Estaba trabajando para cumplir unos plazos (impuestos por otros, claro está), y en los tres días previos a nuestro viaje de vacaciones, dediqué al trabajo mucho más tiempo y esfuerzo que lo habitual. Me quedé trabajando de madrugada la noche antes de salir, y solo la cafeína y la emoción por el viaje me ayudaron a estar despierto en la mañana del día siguiente, pero a media tarde… yo estaba fulminado.

Me tomó varios días poder recuperarme de las malas noches y me perdí de casi toda la diversión con mi familia por estar durmiendo un poco más. Tres días de una semana de vacaciones es significativo. Peor aún, noté que estaba mucho menos atento y concentrado esos primeros días de lo que normalmente soy. Definitivamente no aproveché al máximo ese valioso tiempo fuera del trabajo.

No estoy sugiriendo que usted deba comportarse como un vago una semana antes de sus vacaciones, pero muchos de nosotros nos quemamos las pestañas para completar el trabajo justo antes de nuestras vacaciones, pensando por error que vamos a compensar ese tiempo descansando durante el tiempo libre. En la medida de sus posibilidades, trate de hacer que la semana previa a sus vacaciones sea 'una más' en términos de la energía y tiempo que le dedica. Para aquellos que piensan que "trabajan duro todo el tiempo", es mejor que sepan la diferencia entre una velocidad alta y máxima.

En segundo lugar, si no es una buena idea dejar todo terminado antes de irse, sugeriría también que tampoco es del todo necesario desconectarse completamente del trabajo mientras está de vacaciones. "He hecho esta sugerencia antes, y es posible que no se sorprenda al saber que es por la que recibí más correos de detractores y admiradores", recuerda el autor.

Los detractores fueron los puristas que creen que cualquier tipo de atención al trabajo durante las vacaciones es una violación al tiempo de recarga. Los que apreciaron mi perspectiva sintieron que por fin alguien les estaba dando permiso para simplemente revisar su correo electrónico para asuntos muy importantes. Curiosamente, ambos grupos incluyeron todo tipo de ejecutivos, desde empresarios hasta altos ejecutivos de compañías Fortune 500: ni su cargo o título determinó su posición al respecto. El punto aquí, sin embargo, es ir más allá de la pregunta "¿debo o no debo?" para considerar si un compromiso constructivo no haría más bien que mal.

La idea no es prohibir el contacto con el trabajo sino establecer reglas claras sobre cuándo se va a dedicar al mismo, con el reconocimiento explícito de que cuando usted se dedique al trabajo no está realmente de vacaciones sino en el trabajo. No hay una manera correcta de hacer esto, pero mi regla de oro es: Durante una semana de vacaciones, tome por lo menos 72 horas consecutivas sin trabajo, sin correo electrónico, y si se atreve, sin pantallas.