Fórmese el hábito del aprendizaje

Si quiere seguir creciendo, tiene que formarse el hábito del aprendizaje. Para empezar, sea específico sobre lo que se pida a usted mismo. Resoluciones como "leer más" o "aprender cosas nuevas" son muy vagas. Las metas tienen que ser concretas y mensurables: "Dedicar dos horas cada jueves por la tarde a leer todos los artículos que guarde durante la semana". Programe tiempo en su agenda, y resista la tentación de hacer otro trabajo durante ese periodo. Monitoree de cerca su comportamiento para forzarse usted mismo hacia la dirección correcta. Si sabe que algunos de sus colegas se forman el hábito de aprender en el trabajo, esfuércese al máximo para pasar tiempo con ellos. Estudios demuestran que tendemos a hacernos de los hábitos de las personas que nos rodean. ¿Y lo más importante a recordar? Debemos moldear nuestros hábitos de acuerdo a nosotros mismos; a nuestra propia naturaleza, nuestros propios intereses, nuestras propias fortalezas. Cuando nos entendemos a nosotros mismos, podemos aplicar estrategias de formación de hábitos con la más alta probabilidad de éxito.

(Adaptado de "How to Make Learning More Automatic", de Gretchen Rubin)

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Lleve un diario para volverse mejor líder

Los mejores líderes se toman tiempo para reflexionar. Una de las formas más fáciles de hacerlo es llevando un diario. Separe un poco de tiempo todos los días, preferiblemente a la misma hora diariamente, y encuentre un lugar tranquilo donde no lo interrumpan. Proteja cuidosamente ese espacio de su agenda como una cita con usted mismo. Después, escriba lo que sea que le venga a la mente; las páginas en blanco de un diario le invitan a tener una conversación honesta con usted mismo. Dese permiso para seguir su flujo de conciencia sin juzgar, censurar o intentar dirigir hacia dónde pueden llevarlo sus pensamientos. Y no comparta el diario con nadie; sus reflexiones son suyas. Le dan lo que ni todos los expertos, consejeros y asesores ejecutivos combinados pueden ofrecerle: su propia perspectiva única.

(Adaptado de "Want to Be an Outstanding Leader? Keep a Journal", de Nancy J. Adler)

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¿Qué hacer si el jefe le pide romper las reglas?

¿Cómo responder si su jefe le pide hacer algo poco ético, inmoral o incluso ilegal? El primer paso debería ser apelar al interés propio de su jefe; es posible que no sea consciente de las implicaciones de lo que está sugiriendo. Explore la petición, enmarcándola en términos de los costos e implicaciones potenciales para él. Esto señala su propia incomodidad y ofrece al jefe una forma de retirar discretamente la petición conservando las apariencias. Si eso no funciona, lo mejor es simplemente negarse. Si eso sigue sin funcionar, intente hablar con el jefe de su jefe, con un ombudsman o con alguien del departamento de recursos humanos. Puede ayudar hacerse de aliados, organizando a varias personas para ir juntos a hablar con un gerente y expresar sus inquietudes. En el peor de los casos, tal vez tenga que considerar una acción legal directa, o delatar la situación fuera de la compañía.

(Adaptado de "What to Do If Your Boss Asks You to Break the Rules", de Peter T. Coleman y Robert Ferguson)

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No pierda la tranquilidad con un colega pasivo-agresivo

Su colega dice algo en una reunión pero después hace otra cosa. Pasa frente a usted en el pasillo sin saludarlo y habla de usted en las reuniones. Pero cuando le pide hablar del tema, insiste en que todo está bien y que el problema solo existe en su cabeza. ¿Qué debe hacer? Primero, no pierda la calma, y no acuse a la persona de actuar pasiva-agresivamente; eso solo lo enojará más. Dé un paso atrás y pregúntese si usted está contribuyendo al problema en alguna forma. Después, hable con la persona para encarar el problema subyacente de forma calmada y directa. Haga un recuento de cómo han salido las interacciones previas, explicando el impacto que está teniendo sobre usted y posiblemente sobre otras personas. De ser factible, muestre que el comportamiento está afectando negativamente algo que sea del interés de su contraparte, como alcanzar las metas del equipo.

(Adaptado de "How to Deal With a Passive-Aggressive Colleague", de Amy Gallo)

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Responsabilice a la gente por su trabajo

Todos queremos trabajar en un ambiente donde la gente cumpla sus compromisos. Entonces, ¿qué pueden hacer los gerentes para fomentar la asunción de responsabilidades entre los empleados? El primer paso es ser muy claro sobre lo que espera; el resultado que está buscando, cómo medirá el éxito y qué debe hacer la gente para lograr un objetivo. Asegúrese de que la persona a la que esté responsabilizando realmente tenga los recursos y habilidades que va a necesitar; de no ser así, simplemente la está encaminando al fracaso. Después, pónganse de acuerdo en hitos semanales con metas objetivas claras y mensurables. Si alguna de estas metas se sale de las manos, aborde la cuestión de inmediato. Haga lluvia de ideas para encontrar una solución, identifique un arreglo, rediseñe la agenda o responda de alguna otra forma que logre que la persona vuelva a alinearse. Ofrezca retroalimentación semanalmente, y recuerde que es más importante ser útil que amable.

(Adaptado de "The Right Way to Hold People Accountable", de Peter Bregman)