Durante un tiempo de éxito repentino y rápido los fundadores de empresas emergentes pueden perderlo todo.

Business Insider se reunió con Tony Robbins, el coach de estilo de vida y negocios más famoso del mundo, en su centro de vacaciones de Fiyi Namale, donde hospedaría a los ganadores de Shopify. En una , Robbins nos dijo que sus sesiones de capacitación con cada uno de estos empresarios tienen un tema en común.

"Las empresas requieren un nivel increíble de resiliencia; a todos les digo que la llave del poder absoluto del crecimiento de su negocio siempre es el líder, siempre es su psicología y sus habilidades: 80% de psicología, 20% de habilidades", dijo Robbins.

Robbins ha trabajado con multimillonarios, como el inversionista Paul Tudor Jones y la magnate de los medios Oprah Winfrey, así como con cientos de empresarios que han pasado por sus seminarios de maestría en negocios. Ha llegado a la conclusión de que, independientemente de la experiencia, la actitud es más importante que las habilidades.

Por ejemplo, en Namale, Robbins le dijo al fundador de Fanjoy, Chris Vaccarino, que estaba seguro de que las habilidades de mercadotecnia de Vaccarino ayudaron a su negocio de ventas anuales de US$ 1.2 millones el año pasado a los esperados US$ 35-40 millones este año; pero podía deducir de su conversación que Vaccarino necesitaba repensar lo que significaba ser un líder, o de lo contrario el éxito que sus talentos le traerían lo abrumarían y llevarían a la empresa al caos.

Robbins ayudó a Vaccarino a ver que, si iba a ser un líder exitoso, tenía que abandonar su necesidad de ser querido constantemente por todos sus empleados y clientes.

Del mismo modo, Deeanne Akerson de Kindred Bravely nos dijo que su sesión de tutoría con Robbins, la ayudó a darse cuenta de que tener un negocio exitoso estaba relacionado con su felicidad, pero que manejar este negocio a expensas de su familia, como ella lo sentía, tenía el efecto contrario. Básicamente, entendió que tenía las habilidades para seguir desarrollando su negocio, pero que estaba perdiendo la pasión que la impulsó a hacerlo en primer lugar.

Robbins le dijo que no tenía que decidir entre la familia o el negocio, pero que debía contratar a un director ejecutivo con las mismas habilidades que ella tenía, para que pudiera seguir siendo la persona visionaria de la marca sin sacrificar las cosas que la hacían feliz.

Dicho esto, la importancia del 20% que Robbins otorga a las habilidades sigue siendo esencial. "Si no tiene las habilidades de marketing, si no tiene las habilidades de inteligencia financiera, si no tiene las habilidades de contratación, es muy difícil guiar a otra personas o empresas", dijo.

Cuando aborda una sesión de entrenamiento con el dueño de una empresa, identifica sus fortalezas y debilidades, en el entendimiento de que su actitud tiene prioridad sobre las habilidades.

"Mi vida se trata de enseñar esas habilidades y ayudar a las personas a cambiar la psicología para que vivan de lo que quieran, y generar el tipo de seguridad dentro de ellos mismos para que realmente actúen", dijo.

Por Richard Feloni de Business Insider