Redacción Gestión

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Los hábitos de limpieza al comer, el orden en el escritorio o incluso el sonido que produce al masticar pueden ser motivos para que sus colegas lo juzguen de manera negativa. Estos pequeñas molestias que ciertamente se diferencian de conductas agravantes como la discriminación o el acoso pueden terminar dañando la productividad y dividiendo a los empleados.

Así lo describió Charles Purdy, editor senior del portal de empleos Monster.com, en . La periodista Ruth Mantell elaboró, de la mano con especialistas, una lista de consejos para evitar ser el "desadaptado" de la oficina.

1. No adular al jefe. Aquel que trata de congraciarse con el jefe a expensas de los errores de sus colaboradores genera juicios negativos, aseguró Meredith Haberfield, ejecutiva y coach en Nueva York. En una consultoría que realizó, descubrió que un empleado señalaba los errores de sus colegas ante el jefe luego de que estos se hayan cometido. "Creó un malestar entre los trabajadores porque él nunca les proveyó de ninguna información mientras iban camino al fracaso", detalló.

2. No criticar al jefe de manera tóxica. Hacer bromas o contar algún chisme de oficina puede liberar estrés. Sin embargo, quejarse constantemente del superior puede causar que sus colegas lo asocien con una negatividad tóxica, indicó Purdy. De hecho, los participantes en una encuesta del 2011 hecha por Monster.com indicó que el chisme era el comportamiento descortés más irritante para los trabajadores, junto con mandar mensajes de texto durante las reuniones.

3. Cuidado con el desorden. Ser desorganizado, especialmente en áreas de trabajo compartidas, puede generar sentimientos negativos. "La comida que se olvida en el refrigerador hasta convertirse en una podredumbre puede ser altamente intolerable, según Peter Post, especialista en etiqueta social. De acuerdo a un estudio de Adecco, los empleados se sienten más productivos en un entorno limpio. Sin embargo, todavía hubo algunos que ven esta conducta como el efecto de muchas actividades o de la flojera.

4. Cuidado con los modales en el cubículo. En oficinas con pocas puertas y varios cubículos, la etiqueta respecto a olores y ruidos es más importante que en otros ambientes. Calentar el pescado frito de anoche en el microondas es definitivamente un "no". Aunque tal vez algo más grave que esto es el ruidoso de la oficina. "Si necesitas concentrarte y alguien está hablando de más, puede afectar tu trabajo", advierte Margaret Fiester, gerente de operaciones de la Sociedad de Gerencia en Recursos Humanos.

5. Trata de encajar en la cultura organizacional. Ser parte de la cultura de comportamiento en la oficina puede incluir un código de vestido e incluso las palabras que usas para hablar. Las palabras soeces pueden ser toleradas en ciertos contexto, pero pueden ofender a una gran mayoría si se las usa en situaciones inapropiadas, como en reuniones de personal. El envío de correos también es parte de esta cultura. Copiarle un correo a alguien fuera de la conversación o mandar un e-mail incluyendo a un destinatario oculto puede colocarte en la categoría de "indeseado" en la oficina.