Redacción Gestión

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La escasez de mujeres líderes, tiene como consecuencia la ausencia de modelos a seguir para las demás , señaló Ana Romero, fundadora de la asociación Tacos Fuertes y especialista en empoderamiento femenino.

Agregó que tal escasez está generando una demanda potencial de coaching para mujeres ejecutivas que buscan lidiar con los cambios sociales, políticos, psicológicos y económicos que enfrentan día a día en el mundo ejecutivo.

En Iberoamérica, se calcula que las mujeres ocupan puestos de mandos medios entre 30% y 40% de las mujeres registradas en el mundo laboral empresarial y se estima que menos del 10% llega a las posiciones de máxima decisión.

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La mujer ejecutiva inmersa en el sector empresarial de hoy en día debe elegir entre dos modelos de comportamiento: el primero es mostrar una conducta o actitudes similares al liderazgo masculino, lo que conlleva fuertes críticas de agresividad e insensibilidad; y la segunda opción es mostrar preocupación por el otro e intuición, lo que conduce a ser fuertemente criticada como personas inseguras, con falta decisión y autoridad.

"Esto muchas veces lleva a las mujeres ejecutivas a sentir culpa o debilidad por mostrar sus sentimientos, se sienten invisibles para sus pares, se les complica mucho vender su imagen y se les hace muy difícil el negociar. Por esta razón que llegan cada vez más mujeres a Taller de empowerment o liderazgo, porque el coaching es una técnica que sirve para afrontar estas barreras", explicó.

Si bien reconoció que el género femenino en el entorno de los negocios ha sobresalido, aún falta un largo camino por recorrer.

"La mujer ejecutiva de hoy en día busca reivindicación, a través del en búsqueda por las mismas oportunidades, laborar en igualdad de condiciones que permitan alcanzar su desarrollo profesional y personal por sí misma", señaló.

Desafortunadamente explicó que existen casos de mujeres que por decisión propia sacrifican su realización personal por el éxito profesional y por el otro, hay mujeres muy capaces y talentosas que eligieron detener su desarrollo y crecimiento laboral para estar presente tiempo completo con su familia en ascenso.

"En efecto, hoy en día, las mujeres ejecutivas estamos contra la espada y la pared, en el momento en que pensamos en tener un hijo para formar una familia, la decisión es automática e inmediata sin oportunidad de negociar nada; a ésta problemática le llamo una falta de cultura empresarial", anotó.

Explicó que esta problemática se origina por la ausencia del ofrecimiento de beneficios a las mujeres y madres trabajadoras, como sistemas de guarderías y flexibilidad en los horarios de trabajo en donde el desempeño laboral sea cuantificado en el cumplimiento de objetivos y resultados y no en la cantidad de horas trabajadas.

"Hoy en día, son muy pocas empresas las que apuestan por cambiar este panorama; sin embargo, esta situación puede cambiar si se apoya en una visión de cambio radical en la cultura empresarial, mediante los incentivos y las promociones al desarrollo profesional del género femenino. Sería coherente entonces ver, éste primer paso, apoyado e influenciado por las mismas mujeres que se desempeñan en puestos importantes en los negocios", dijo.