Redacción Gestión

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Las empresas son como la Tierra porque tienen dos ejes, asegura Ricardo Mateos, director de la de la Universidad de Navarra. El planeta gira en torno al Sol y a un eje imaginario, mientras que los negocios para alcanzar el éxito se enfocan tanto en los resultados operativos y como en las personas.

"Hasta ahora toda la ingeniería industrial se ha dedicado a la excelencia operativa, a organizar las actividades para lograr resultados al menor costo y en menor tiempo posible. Pero una empresa excelente añade el foco humano, que es buscar que las personas sean mejores en el desarrollo de esa perfección operativa, que vayan más contentas al trabajo", explica.

Así, los sistemas de producción prácticamente se han estandarizado en todo el mundo y son las personas las que pueden crear un valor agregado, pues la implantación adecuada de los procesos y la velocidad para introducir los cambios depende de los trabajadores de cada compañía, continúa Mateos: "Una organización va más rápido que las demás cuando la colaboración de sus trabajadores es alta".

El autómata no colaboraSegún el especialista, las compañías solo reciben colaboración de sus empleados cuando ellos se sienten valorados y respetados: "Cuando tú le dices a alguien 'tu función es hacer lo que yo te digo y nada más', le estás diciendo que es un autómata y deja de colaborar".

Por el contrario, cuando la empresa organiza sus actividades pensando en la realidad individual del operario, la persona se compromete con la compañía. Y, por ejemplo, cuando un operario comete un error, hace una investigación pequeña para conocer las causas, busca soluciones e intenta no volver a cometerlo en el futuro.

"El trabajador comprometido trata de ayudar a resolver problemas. Es decir, tiene la voluntad de mejorar la organización y de mejorarse a sí mismo", comenta.

Enfoque psíquico y psicológicoGirar la organización también en torno a las personas significa cuidar su ergnomía física y psicológica. Por un lado, las empresas deben fijarse en tener una illuminación adecuada, que los empleados no tengan posiciones incómodas, etc. Y, por el otro, en mantener la estabilidad psicológica de los trabajadores.

"Antes de contratar, las empresan realizan test psicológicos y de inteligencia, pero cuando ya pasan a ser parte de la organización ya no tienden a cuidarlas de igual manera (…). Por ejemplo, cuando se pone a un jefe autoritario que no considera a sus subordinados, esa relación puede estar dañando al subordinado", detalla.

Asimismo, Mateos explica que existe un elemento de la psicología llamado 'conscientiousness', que tiene una relación directa con el desempeño productivo de la persona. De manera que las compañías pueden elevar su productividad atendiendo a sus colaboradores con un alto nivel de conscientiouness, quienes pueden ser más sensibles a la orientación al logro, la delegación de responsabilidad, el orden, etc.

"Hay personas a quienes les puede dañar si las cosas en la organización están desordenadas o si las paredes no están pintadas, porque no están acostumbradas a un ambiente así y pueden sentirse incómodas. Y al no estar a gusto, su nivel de compromiso con la empresa baja y están más propensas a cometer errores", detalla.