(Bloomberg).- fue acusada de remunerar sistemáticamente a los empleados masculinos más que a las mujeres, lo que pone al gigante de Internet en la creciente lista de empresas tecnológicas demandadas por discriminación de género.

Tres mujeres que trabajaron en Google en los últimos años presentaron una demanda ante la Corte Suprema de San Francisco alegando que la compañía sigue pagando a las mujeres menos que a los hombres que desempeñan un trabajo igual o similar, según una copia de la queja proporcionada por su abogado. La demanda no pudo ser verificada inmediatamente en los archivos de la corte.

El caso se produce en momentos en que la industria de la tecnología es bombardeada con . Microsoft Corp. y Twitter Inc. fueron demandadas en el 2015 en representación de mujeres ingenieras que afirmaban que los hombres eran favorecidos en los ascensos.

Ese mismo año, sacó a la luz la cultura machista de Silicon Valley durante un juicio que la enfrentó contra la firma de capital de riesgo Kleiner Perkins Caufield & Byers.

La ejecutiva afirmó que existía una atmósfera sexualmente cargada donde los hombres acosaban a sus compañeras de trabajo femeninas y que no la habían ascendido y la habían despedido por su género. Pao perdió el juicio, pero el caso animó a otras mujeres a hablar.

La propuesta de demanda colectiva busca representar a todas las mujeres que han trabajado en Google en California durante los últimos cuatro años. La compañía viola la Ley de Igualdad de Remuneración del estado pagando a las mujeres salarios más bajos que a los hombres que realizan un trabajo similar y tienen la misma experiencia y habilidades, de acuerdo con la demanda.

Google ha sido muy consciente del problema durante años, pero lo perpetúa promoviendo a las mujeres con menos frecuencia, dicen las demandantes.

Una de las demandantes, la ingeniero de software Kelly Ellis, trabajó en la oficina de Google en Mountain View desde mayo del 2010 hasta julio del 2014, según la denuncia. Otra, Holly Pease, desempeñó una variedad de funciones de gestión en dos de las oficinas de Google desde el 2005 hasta el 2016. La tercera, Kelli Wisuri, trabajó como especialista en comunicaciones de ventas y "evangelista de la marca" desde finales del 2012 hasta principios del 2015 en "escalas de trabajo" que tenían límites de remuneración más bajos del de los hombres con habilidades similares.

La demanda cita datos de una revisión del 2015 de las prácticas de empleo de Google por parte de la unidad de cumplimiento de contratos del Departamento del Trabajo de Estados Unidos, que es el tema de una queja administrativa federal contra la empresa.

La agencia realizó un análisis de regresión estadística de la remuneración de aproximadamente 21,000 empleados en la oficina de Mountain View de la compañía para el 2015, de acuerdo con la queja. El análisis "encontró disparidades de compensación sistémicas contra las mujeres prácticamente en toda la fuerza laboral", según la demanda.

Google está entre las compañías de Silicon Valley que han luchado en los últimos años para diversificar su personal predominantemente blanco y masculino. Según el informe demográfico más reciente de la compañía, 69% de su fuerza laboral y 80% de su personal técnico son hombres. El reporte muestra que la proporción de mujeres en posiciones técnicas y de liderazgo ha aumentado 1% desde el año pasado.