El es pieza clave en la motivación del colaborador. Pero este medio construido, básicamente, por emociones y actitudes de los miembros del equipo de trabajo, puede desquebrajarse por una relación tóxica entre compañeros, o colaboradores con el jefe.

Esta situación, suele afectar la satisfacción personal y productividad de los involucrados. ¿Qué hacer cuando somos uno de ellos? Augusto Cáceres, director de la Escuela de Posgrado de la Universidad Privada del Norte, explica que el primer paso para solucionar el problema es autoanalizarse detalladamente para comprender nuestro comportamiento: "Veamos, por ejemplo, la forma de comunicarnos, de escuchar a los demás, el lenguaje gestual y corporal que tenemos".

DiálogoPara Sandra Corso, profesora e investigadora de la Escuela de Posgrado de la Universidad del Pacífico, el siguiente paso debe apuntar a la conversación con quien no se tiene una buena relación.

"Lo ideal es que la reunión se realice fuera del ambiente de trabajo, para obtener un feedback. Es importante hacernos escuchar, prestar atención a la otra parte, incluso cuando discrepemos de sus puntos de vista", comentó.

La transparencia, confianza y sinceridad, así como el respeto por el otro, generan un que, poco a poco, permite limar esas asperezas que incomodan nuestras jornadas.

Perspectiva diferenteCuando la relación negativa se establece con el jefe, lo primero que se debe hacer es tomar consciencia que, usualmente, son ambas partes las responsables del problema.

"Trate de entender a su jefe analizando cuáles son sus necesidades, fortalezas, debilidades y estilos de trabajo. Luego, haga el mismo ejercicio consigo mismo", aconseja Corso. Con esta información, busque compatibilidades entre ambos y diríjalas hacia sus expectativas laborales.

Cáceres recomienda conversar directamente con el jefe, fuera del espacio y el horario de trabajo, de manera casual para comentar qué le está generando ese malestar.