Redacción Gestión

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(Bloomberg).- Si una les hace caso a los expertos en carreras que pululan en Internet, hablar de sus hijos durante una es mala idea. Les da a los empleadores una razón para discriminar, especialmente a mujeres que supuestamente tienen un tiempo menos que ilimitado para dedicar a su trabajo (a diferencia, digamos, de todo el resto).

De hecho, para evitar quebrar las leyes antidiscriminatorias, se supone que los empleadores no deben hacer a los empleados potenciales preguntas "que incluyen el estado civil, número o edad de los hijos o dependientes o el nombre de los hijos o pareja del candidato", según la Comisión de Igualdad de Oportunidades Laborales estadounidense EE.UU. (EEOC, por sus siglas en inglés).

Pero información nueva muestra que mantener a los hijos fuera de una entrevista de trabajo puede ser contraproducente para algunas de las mujeres en la fuerza laboral de Estados Unidos.

A las mujeres que deciden tomarse un periodo largo de tiempo fuera del mundo profesional con la finalidad de criar a los hijos les cuesta entrar en el mercado laboral. Cerca de un tercio de las mujeres "altamente calificadas" dejan su trabajo para pasar más tiempo en casa con los hijos, de acuerdo con estudio de Center for Talent Innovation de 2009 citado frecuentemente.

Alrededor del 90% de esas mujeres querían regresar a trabajar, descubrió el estudio, pero solo el 40% consiguió trabajos de tiempo completo. Las mujeres que sí logran regresar al trabajo reciben un golpe financiero, ya que su remuneración cae cerca del 30% después de pasar solo dos o tres años fuera del mundo laboral, de acuerdo con el Institute for Women's Policy Research

Mostrarse sinceras respecto de un intervalo de tiempo para la crianza de los hijos demostró ser mucho más acertado que el silencio, y los empleadores estuvieron entre 30% y 40% más propensos a contratar a mujeres que dieron una explicación sobre el periodo de interrupción del trabajo. "Cualquier explicación es mejor que ninguna explicación", dijo Jennifer Shinall, profesora auxiliar de leyes que colaboró en el estudio. "La gente prefiere conocer los riesgos, saber por qué una mujer dejó el mercado laboral".

Ver que hay un bache en su experiencia laboral les da a los empleadores una razón para sospechar y discriminar. "El problema con el asesoramiento de EEOC es que crea un clima de ambigüedad con respecto a las responsabilidades de cuidado de personas que alguien tiene", dijo Shinall. Cerca de tres cuartos de las mujeres con hijos de entre 6 y 17 años participaban en la fuerza laboral de EE.UU. en el 2013, de acuerdo con el Bureau of Labor Statistics.

Por supuesto, dar a conocer esta información también lleva consigo algunos riesgos. Decirle a un posible empleador que una pasó años cuidando de su hijo podría exacerbar en gran medida esa discriminación", le dijo Ofer Sharone, socióloga de la Universidad de Massachusetts, a The New York Times. Las mujeres suelen ser discriminadas por tener hijos. Se ha constatado que la llamada sanción por maternidad reduce el salario de una mujer 4% por cada hijo. Parecería que hablar de los niños durante una entrevista propicia un sesgo similar, sea explicitado o no.

Ese tipo de discriminación se seguirá mostrando en algún punto a menos que el tema de los hijos se deje de tratar como un tabú. "Todos deberían estar hablando de esto", comentó Shinall. "Solo así veremos algún tipo de cambio en el largo plazo".