El trabajo ocupa casi la mitad de nuestro tiempo, por lo que es uno de los ambientes más propensos para que surjan relaciones sentimentales. Esto, sin embargo, no resta profesionalismo a los protagonistas, siempre y cuando las acciones y actitudes de ambos se enrumben correctamente.

Cuando el enamoramiento va viento en popa, las labores no suelen verse afectadas. Al contrario, los implicados pueden encontrarse más motivados. Pero cuando surgen discusiones o una ruptura, el clima laboral y la productividad de ambos pueden verse perjudicados.

Entonces ¿qué hacer en esta situación?, ¿cómo se debe comportar la pareja?, ¿qué cartas debería jugar la empresa?

La situaciónEn el Perú, no existe una ley que sancione o prohíba las relaciones amorosas entre colegas de trabajo. Y regular este tema sería un problema, pues se estaría vulnerando el derecho a la intimidad de las parejas, de acuerdo a Ana Teresa Romero, mentora del Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor de la PUCP. No obstante, en ciertos casos, "las empresas pueden regular este tipo de situaciones con despidos o traslados a uno de los implicados a otro departamento o área".

William Cruzado Pérez, docente de Administración de la Facultad de Negocios de la Universidad Privada del Norte, también comenta que cualquier prohibición de las relaciones amorosas en el centro de trabajo o sanción por mantener una podría ser cuestionada en un proceso de amparo.

Pero, en caso de que la corporación lo encuentre necesario, esta puede evitar dicha situación con la implementación de un Reglamento Interno de Trabajo y un Código de Ética que prevenga conflictos de intereses y que evite desviar la atención de la fuerza laboral, sostiene César Rovegno, profesor de la Escuela de Posgrado de la Universidad del Pacífico.

Y es que "muchas veces el uso indebido del 'tiempo en conversaciones de pasillo' afecta al clima de la organización y reduce la productividad de los procesos de la empresa".

El comportamientoCuando la pareja es conformada por colaboradores de sectores diferentes no suelen haber problemas. Pero cuando estos trabajan codo a codo, la situación puede ser tensa.

Para evitar ello, especialistas aconsejan mantener siempre la base del control emocional y mental, así como dividir con claridad el tema profesional del personal.

"Estos puntos son independientes uno del otro, no debe haber una zona de intersección. Todo colaborador debe saber separarlos. Esto ayuda a prevenir cualquier falta laboral o ética", sostiene Rovegno.

¿Relación con el jefe?Si nace una relación amorosa entre un colaborador y un jefe, la situación se torna más compleja y controversial. Y es que el entorno abrirá los ojos para evaluar cualquier decisión del alto mando y, quizás, algunas las considere favoritismo.

"Esta situación puede exponer a que los sentimientos personales del equipo se sobrepongan a lo laboral", comenta Cruzado Pérez.

Para evitar esto, Romero recomienda que el jefe mantenga el mismo trato y relación con todo el equipo. De esta manera no obstaculizará el rol de igualdad entre pares en un futuro.