Redacción Gestión

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En la medida que una empresa (pública o privada) esté dispuesta a asumir un cambio en sus formas de funcionar, una óptima tanto interna como externa no solo generará buenos resultados dentro del rendimiento económico o financiero, sino también en el rendimiento social.

Para ello, es vital antes que nada modificar las inercias, de acuerdo con lo señalado por el español , creador del Master Internacional DirCom, ya que en sus palabras, estas "generan un exceso de burocracia a veces innecesaria".

En ese sentido, Costa coloca una serie de cuatro reglas básicas y fundamentales para que las empresas, o también organizaciones e instituciones diversas, logren optimizar su comunicación, consolidar su funcionamiento y mejorar su imagen para con las dos dimensiones (interna y externa).

1. Humanizar las relaciones"Por ejemplo, en el caso de las , requieren una aproximación hacia la sociedad, y se dan cuenta de que necesitan de la comunicación para poder explicarle a la ciudadanía que es lo que se está haciendo, por la gente, por las familias o en salud, para la cultura o alimentación. Qué está haciendo el Estado, y como se transmite", señala.

El experto sostiene que es importante "infiltrarse dentro del tejido social" y hacerse como un ciudadano más que ayuda a la comunidad. "Por eso, una función hacia afuera y hacia dentro, es mejorar también las relaciones internas y por ende el funcionamiento interno", dijo.

Así, se resume que la comunicación sirve en la medida de que es una herramienta estratégica para proyectar los procesos y funcionamiento, y para llevar a cabo la misión de una empresa, sea pública o privada.

2. Fomentar el sentido de equipoQueda claro que hay un equipo que trabaja junto hacia un fin, que puede ser un fin de lucro o desinteresado; pero en la actualidad, existen también equipos que buscan la eficacia en sus objetivos, sean del tipo que sea.

"Los fines de la empresa pueden cambiar, pero la gestión, una buena gestión, las relaciones internas, la buena comprensión y ese sentido de equipo de la gente que trabaja juntos, va repercutir en la eficacia de la empresa, de la rentabilidad, y conllevará a la eficacia social".

3. Enlazar táctica con estrategia , quien actualmente es Director de la Maestría Dircom de Postgrado de la UPC, deja claro que la táctica sin estrategia es inútil, o que simplemente se puede prestar para la improvisación o en el peor de los casos, para el fracaso.

"Si no hay estrategia, la táctica es mucho más peligrosa. Ahora, una estrategia que pones en práctica, que proyecte situaciones o lo que puede ocurrir, y elabore un proceso lógico e inteligente de funcionamiento, asegura sin duda el éxito".

4. Involucrar a la gente¿Cómo se logra eso? Motivando. Y no solo con "golpecitos al hombro", sino demostrándoles su valor dentro de la organización, aclara.

"El concepto de un equipo significa eso, como todos juntos cooperan. Los goles en si, no los mete el presidente de un equipo. Ni el entrenador. Sino que es un trabajo de equipo, de todos los que están llevando la pelota".

En resumen, el involucrar a la gente no solo debe tener como fin conseguir una buena imagen o reputación pública, o una buena consideración social de la empresa, sino también mejorar el rendimiento interno de la empresa.

"Este es un aspecto fundamental porque en toda organización, todo empieza por dentro. Entre las relaciones de sus empleados con sus jefes, en las relaciones de trabajo, en la responsabilidad que cada uno pone en su tarea, y en el fomento de la cultura para la empresa que refuerce su personalidad y los puntos fuertes que están en su identidad", puntualizó.