(Bloomberg).- Tras pasar tres horas sin hacer nada, James Scott se quebró.

El investigador de 25 años estaba sentado en su escritorio en una compañía de seguros del norte de Inglaterra cuando se cayó internet. Con esto perdió el acceso a todos sus archivos, que estaban en un servidor de la empresa.

"Estar sin internet es manejable, más o menos", dijo. "Puedo trabajar en proyectos que no necesiten investigaciones online. Pero no poder acceder a ningún archivo durante medio día me volvió totalmente improductivo".

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Scott terminó leyendo un libro vagamente relacionado al trabajo mientras revisaba casi cada 10 minutos si la empresa había restaurado la conexión. ¿Las tres horas desperdiciadas? "Exasperantes", dijo.

Las computadoras viejas y lentas y las conexiones intermitentes a internet desmoralizan a los trabajadores, según una encuesta con 6,000 trabajadores europeos. La mitad de los empleados británicos dijo que las computadoras viejas eran "restrictivas y limitadoras" y el 38% dijo que la tecnología moderna los motivaría más, de acuerdo a la encuesta, encargada por la empresa de productos electrónicos Sharp.

La PC de Scott tiene Windows 8, un sistema operativo relativamente actualizado, pero a veces le cuesta procesar hojas de cálculo de gran tamaño y varios documentos abiertos al mismo tiempo, lo cual desacelera su trabajo.

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A otros les va peor. Una de cada ocho laptops y PC de escritorio corporativas en el mundo todavía usa Windows XP, un sistema presentado en el 2001 y abandonado por Microsoft en el 2014, según datos compilados por Spiceworks, una empresa de monitoreo de redes de TI.

"Los empleadores no se dan cuenta de que están gastando miles de libras esterlinas en salarios pero —al no actualizar la TI de las oficinas— están malgastando dinero", dijo Mohammad Ali Khan, director administrativo de Pacific Infotech, una consultora en TI con sede en Londres. "Lo que los empleados probablemente pueden hacer en media hora lo hacen en una o más porque sus equipos son muy lentos".

DemorasCharlotte Robson, de 27 años, trabaja en el sector financiero de Londres. La computadora de su trabajo utiliza un escritorio remoto conectado a un servidor externo, supuestamente para que los empleados trabajen en forma remota. Pero esto también significa que todo carga más lento de lo normal, incluso en la oficina.

"La aplicación tarda mucho en cargar y cada tanto te expulsa", dijo. "Mi mayor queja es que tardo una vida en cambiar de programa sin que quede claro por qué".

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Los trabajadores de la oficina pueden consolarse con el hecho de que la TI mala irrita a los profesionales de la computación tanto como a la tropa de oficinistas.

Saurav Dutt, de 35 años, era miembro de una empresa de TI con sede en Londres que brinda servicios a estudios de abogados. Dutt iba a hacer una presentación para posibles clientes en una exhibición en Manchester. Le tocaba justo después de un ejecutivo de marketing de Google. Una oportunidad de oro, pensó.

Pero el sistema se trabó. Según Dutt, fue por las computadoras viejas que su empresa estaba usando para su presentación en vivo.

"No solo fue un bochorno, también me restó credibilidad", dijo Dutt. "Cuando uno tiene una consultora empresarial que vende servicios de TI, se espera que uno tenga lo último en equipos".