El número de mujeres que ocupan los puestos más importantes de se está incrementando y la tendencia en el Perú y la región apunta a que en los próximos 5 años los puestos de alta dirección serán ocupados 50/50 entre hombres y mujeres, informó Diego Cubas, director general y partner de .

Explicó que esta tendencia se irá cumpliendo a medida que las generaciones X e Y vayan tomando roles de liderazgo.

"De los procesos que manejamos en Cornerstone, cuatro de cada 10 candidatos seleccionados para ocupar un ", indicó.

Recordó que hace 30 años había muy pocas mujeres en posiciones gerenciales pero en la actualidad "las mujeres tienen las mismas opciones de estudiar una carrera, una maestría y ocupar cualquier posición en una organización".

A medida que la generación X e Y logre tomar roles de liderazgo en el mercado, se tendrán más mujeres en puestos decisivos, señaló Cubas, quien agregó que la edad promedio de ejecutivas en altos mandos está entre los 35 a 45 años.

En cuanto a los sueldos, asegura que a nivel gerencial no hay brecha salarial, ya que los sueldos de gerentes y directores mujeres están entre los S/. 25,000 y S/35,000 en promedio, los sueldos de gerentes generales están en S/. 50,000 promedio.

"En toda empresa que tiene bien definida su estrategia de gestión del talento y su modelo de compensación, no existe diferencia. En las empresas que miden a sus colaboradores por su capacidad de creación de valor el género es irrelevante", comentó.

Aun así, señala que hay retos que las ejecutivas deben vencer para seguir escalando posiciones.

En ese sentido explicó que hay sectores como construcción, minería, industria pesada, energía, entre otros en donde hay más hombres que mujeres en los roles de liderazgo. Sin embargo, en otros países más desarrollados, existe una paridad.

Además, a pesar de los avances, siguen existiendo organizaciones con pensamientos muy tradicionalistas en donde los cargos de mandos medios y gerenciales son ocupados por hombres.

Otro reto es el de lograr un cambio cultural en donde no haya rastro de discriminación de género. "Este cambio debe nacer desde los niveles más altos de la organización para beneficiar a todos", aseveró Cubas.