Redacción Gestión

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"El estrés es paradójico", dice Alia Crum, una investigadora de la Universidad de Columbia. "Por un lado, puede ser lo que más nos perjudica. Pero por el otro, es fundamental para el crecimiento psicológico y físico. Nuestro sistema de creencias, la óptica a través de la cual elegimos ver y enfrentar el estrés, alterará el desenlace", añade.

En efecto, la manera en que las personas afrontan las situaciones de tensión resulta determinante para presentar niveles de estrés más que moderados. Así, un cambio de actitud en torno al puede ayudar a fomentar estrés constructivo.

Obtener un mayor control sobre las exigencias laborales, efectuar un trabajo que tenga sentido y el aliento de los compañeros están relacionados con el estrés beneficioso, confirman estudios recientes, según un artículo publicado por el diario WSJ.

De acuerdo a una investigación encabezada por Crum, el cambio de mentalidad con respecto al estrés es determinante para transformarlo en un fenómeno positivo.

En ese sentido, con la ayuda de un programa de entrenamiento por video que mostraba a atletas, líderes y profesionales que conseguían grandes logros ante desafíos abrumadores, empleados de una firma de servicios financieros presentaron cambios en sus actitudes en torno al estrés.

En consecuencia, dichos profesionales tuvieron una respuesta fisiológica más saludable. Ellos mostraron niveles moderados de hormonas de estrés. Es decir, los indicadores relacionados con el estrés perjudicial se redujeron de manera considerable: la presión sanguínea y el sistema cardiovascular dejaron de verse comprometidos.

Otro caso expuesto por el WSJ está referido a Kate Matheny, una contadora de 44 años, quien ha pasado de un trabajo gerencial de alta presión a otro. Un día normal de Matheny comenzaba a las 5 de la mañana con un entrenamiento físico.

Ella no solo quería ser una buena profesional, también una excelente madre y esposa, pero sus múltiples obligaciones en la oficina la condujeron a un cuadro de estrés sumamente dañino. Tras perder diez kilos de peso, decidió replantear su vida.

Su nuevo empleo, como directora general de finanzas de una empresa más pequeña, le ha permitido deshacerse de las mayores . Aunque el trabajo no deja de ser estresante, Matheny cuenta con el apoyo de su jefe y flexibilidad en sus horarios. Así, puede dedicarse con calma a los niños. Ahora asegura que se siente "muy bien".