Redacción Gestión

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El Aprendizaje Experiencial es una metodología que va ganando más aceptación entre las empresas peruanas, ya que busca fortalecer el trabajo en equipo e identificar y resolver problemas que afectan la productividad de las compañías, señaló Enrique Núñez del Prado, gerente de Marketing de Perú 8mil

"Perú 8mil nace en el 2000 para plantear una serie de expediciones al Himalaya, a una montaña que se llama Shishapangma pero en ese año no logramos alcanzar la cumbre y hasta el año 2006 recién pudimos alcanzar la cumbre de esta montaña", recordó.

A raíz de esta experiencia, continuó el representante de Perú 8mil, las empresas comienzan a contactarlos para que brinden charlas inspiracionales y motivacionales para contar qué hay detrás de ir a escalar una montaña de más de 8,000 metros.

"Es ahí donde aprendemos una metodología llamada 'Aprendizaje Experiencial' y con nuestra experiencia inculcamos a las organizaciones a que adopten habilidades blandas como trabajo en equipo o comunicación eficaz pero no desde charlas sino haciendo cosas y aprender haciendo esas cosas", relató.

Agregó que durante los últimos diez años se ha visto que las diez primeras empresas de la lista del "Great Place to Work" en Perú usan esta metodología, ya que está demostrado que los adultos aprenden mejor haciendo cosas.

"Con nuestra metáfora de la montaña lo que hacemos es llevar a sus equipos a diferentes retos, divertido pero que puedan, sobre todo captar y aprender lo que están buscando dentro de su organización, ellos mismos tienen la solución a sus problemas", aseveró.

Por su parte, José Pastor, consultor senior de Perú 8mil, explicó a diferencia del resto de empresas dedicada a este negocio, Perú 8mil no simula situaciones sino que se traslada a los equipos de empresas participantes a experimentar "realidades" en espacios como el desierto, las montañas o la selva.

"Es una expedición total donde la gente tiene que manejar temas como, desde ir al baño hasta temas más complejos como qué hacer con la comida o armar carpas para dormir", detalló.

¿Pero en qué beneficia esto a las empresas?, según Núñez del Prado los participantes aprenden soluciones concretas a sus problemas, cómo mejorar su comunicación y en qué momento el liderazgo de las personas del equipo debe mejorar o ser trasladado a otra persona, entre otros aspectos.

Indicó que luego de la experiencia se procede a medir los resultados en el grupo participante y se ha podido comprobar que los problemas que tenían se reducen en un 20% o 30% en promedio.

"Mientras que los problemas que nosotros descubrimos en el camino se pueden mejorar hasta en un 50%", anotó.

Pastor añadió que antes de realizar la experiencia, se realizan consultorias en la empresa participante para realizar un diagnóstico de sus problemas y en base a eso se elaboran los talleres y las actividades a realizar.

"En los días de taller logramos que el grupo humano conozca sus debilidades y sus fortalezas pero básicamente apalancarse de sus debilidades para mejorar su desempeño, las tasas de retorno son muy rápidas", enfatizó.