En menos de tres décadas, el Perú ha logrado consolidarse como una de las economías más pujantes y sólidas de la región, permitiendo que su economía crezca de manera sostenida, más personas salgan del umbral de la pobreza y se incremente el acceso a las comunicaciones. Esta evolución ha propiciado, a su vez, que el entorno de negocios experimente un proceso constante de transformación y cambios en la medida que más empresas extranjeras invierten en el país y nuevos negocios se desarrollan.
"Las expectativas de los clientes no solo son diferentes, sino que cada vez existen más notorias diferencias entre ellos (cada vez hay más tipos de clientes) y, ante esta complejidad en el sector, el 95% considera que las empresas peruanas están obligadas a satisfacer esas nuevas expectativas (en Chile es 83%)", señaló Beatriz Boza, Socia de Gobernanza Corporativa de EY Perú.
Solo uno de cada dos presidentes y directores encuestados ha percibido que su principal competencia ha perdido posición de mercado o desaparecido. Además, aquellos casos en los que se han dado estos cambios obedecen a procesos de fusiones o adquisiciones que, lejos de reducir la competencia, la han intensificado pues se da por el ingreso de algún competidor extranjero de mayor envergadura.
A nivel país, el riesgo es percibido en ambos países de manera similar como elevado. En el caso chileno, es apenas mayor con tres de cada cuatro encuestados que perciben que su entorno es más riesgoso que hace una década atrás. En el caso peruano, la percepción de un mayor riesgo es percibida por poco menos del 70% de los encuestados.
Apenas un 68% de encuestados chilenos percibe un mayor riesgo en la industria y un 67% en su empresa. En tanto que los peruanos perciben los riesgos en contrario. Se sienten menos preocupados por lo macroeconómico y más por lo sectorial (83% ve mayores riesgos) y por su empresa (85%).