Madeleine Osterling dirige Volcan. Es abogada, docente, deportista, tiene tres hijos y fue candidata a la alcaldía de San Isidro.

Cuenta que su clave para todo es la energía, la cual ha intentado canalizar con la lectura y el deporte desde que incursionó en el círculo minero, hace unos 25 años.

¿Cuánto ha crecido el rol de la mujer en el sector minero?Hoy hay más mujeres, pero igual seguimos siendo muy pocas. Por ejemplo, cuando voy a congresos que involucran a abogados mineros, veo que hay muchas mujeres dedicadas al rubro. Pero no son muchas las funcionarias, seguimos siendo un grupo muy pequeño.

¿Y a usted cómo le va en este sector?Muy bien. Yo era especialista en tributación, pero dejé de trabajar durante 11 años para ser ama de casa. Luego regresé al estudio de mi padre, que tenía buenos clientes mineros… Me involucré mucho en el tema de tributación. Ya voy 25 años en esto.

¿Cómo se organiza entre tantas actividades?Yo corro todo el tiempo para organizarme. Creo en las reuniones de diez minutos, no en las de una hora. Creo en la eficiencia de la toma de decisiones, y que en la vida y el trabajo es mejor ejecutar y pedir perdón antes que no hacer nada.

¿Se considera una adicta al trabajo?No soy adicta al trabajo, sino a estar en movimiento. No puedo estar estática porque me gusta transmitir energía. Hoy el mundo es tan dinámico que si tú no lo eres también, este te gana. Hay que tener tiempo para todo, también para la especialización.

¿En qué sentido?Antes decían que era bueno saber un poco de todo, pero hoy creo que es necesario especializarse en un tema para destacar.

¿Y qué le gusta hacer en su tiempo libre?Me encanta el deporte. Amo el squash y el tenis, y entreno en mi casa tres veces por semana. Yo he jugado todo: de chica fui campeona de frontón, jugaba golf, nadaba, pero también me encanta leer.

¿Qué tipo de libros?Me gustan revistas del corte de The Economist y los libros de historia. Ahora me compro muchos, pero tengo poco tiempo para leerlos.

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