Elecciones 2021 (Foto: Josue Ramos Champi/GEC)
Elecciones 2021 (Foto: Josue Ramos Champi/GEC)

Se considera un enfoque basado en el triángulo de marketing: eficacia (lo que es capaz de hacer), la representatividad (si piensa como la población a la que aspira representar) y la afectividad (si conecta emocionalmente con su público objetivo).

1) Keiko Fujimori

Cumplió con sus expectativas, aunque difícilmente le sirva para mejorar sus resultados. Se dirigió a la masa fujimorista que antes votó por ella, pero que se ha alejado de sus propuestas, tras el desempeño de su bancada y las acusaciones fiscales. Necesita reconquistar parte de estos seguidores, para pasar a la segunda vuelta.

Percepción de eficacia. Hizo mención a la gestión de su padre, la constitución del 93, el libre mercado, la lucha contra el terrorismo. Resaltó que no le iba a temblar la mano para gobernar. Esto es percibido por su público objetivo como positivo, lo identifica con una “gestión eficiente” que marcaría un cambio con los últimos gobiernos que han carecido de autoridad.

Representatividad. Su público objetivo es el poblador que recuerda las “épocas del chino” en las que puso orden y destruyó el terrorismo, por ello, defendió el rol que cumplen el Ejército y la Policía Nacional para resguardar el orden público y prometió un gobierno que ejerza autoridad para proteger a los ciudadanos. Su objetivo es recuperar a sus ex votantes (especialmente los fieles a Alberto Fujimori).

Afectividad. A pesar de los esfuerzos realizados en el discurso, no conectó emocionalmente con el grupo de exvotantes fujimoristas que probablemente sigan sintiendo que otros personajes les genera mayor reacción emocional. Ella estuvo muy neutral, no generó afecto (victimización) ni rechazo; pero sin embargo logra que parte de su público objetivo la vea como el mal menor.

Keiko Fujimori declaró luego del cierre de su campaña. (Foto: Hugo Curotto / @photo.gec)
Keiko Fujimori declaró luego del cierre de su campaña. (Foto: Hugo Curotto / @photo.gec)

2) Pedro Castillo

El apoyo a su candidatura viene creciendo de manera sostenida en las últimas semanas. Su propuesta extremista está siendo muy bien recibida por los electores del sur y otras regiones que ven en él, a la persona que reivindica sus reclamos. Capitaliza el descontento de la ciudadanía frente a los 30 años de gobiernos que se basaron en la constitución del 93.  La dispersión de votos que se prevé en estas elecciones puede ayudarlo a que, con el apoyo de los seguidores de extrema izquierda, pueda pasar a una segunda vuelta.

Percepción de eficacia. Su discurso contestatario del sistema político actual lo ubica entre las preferencias para una población que no percibe real voluntad de cambio entre los otros candidatos. Sin embargo, su rol de eficacia no es lo más sólido de este candidato. No tiene experiencia en puestos de gobierno y su equipo es muy inexperto y poco conocido. Si pasa a segunda vuelta esto le jugará en contra pues no logra todavía ser percibido como un estadista. Además, muchas de sus propuestas como la de cerrar el tribunal constitucional o cambiar la constitución generan temores.

Representatividad.  Su postura crítica del sector privado, el haber encabezado la última huelga magisterial y su defensa de una visión socialista; le han permitido captar a una parte importante del elector de izquierda que ve en él la representación genuina del cambio. El ser nuevo en política también es un atributo que le permite diferenciarse de otros candidatos de izquierda a quienes acusa de no haber logrado nada en todos sus años en el congreso y de seguir representando los intereses de un grupo privilegiado de instituciones beneficiadas de recursos internacionales. Su perfil, que es muy atractivo para un sector que busca un cambio radical con una participación activa del estado en la economía, es el mismo tiempo que hace que sea visto como un peligro por electores de centro y derecha, por lo que su techo para captar más electores va a ser limitado en una eventual segunda vuelta.

Afectividad. Castillo ha logrado crear una relación afectiva con sus seguidores, el ser un profesor de provincia, el ser líder sindical y su cercanía con la población le permite conectar con el elector que se siente excluido del sistema político, que siente hartazgo de la corrupción del sector público y que no participa de los privilegios de las políticas sociales de los diversos gobiernos.

3) Yohny Lescano

Logró defenderse bien de los ataques recibidos y se posicionó como el representante de aquellos que quieren un cambio y que son cercanos a posiciones de izquierda. En los debates tenía tres públicos: 1) aquellos que van a votar por él, pero que aún no están 100% seguros, 2) la centro izquierda que dudan entre Verónica Mendoza y él, 3) votantes de centro que aún no han definido su voto y que siempre han considerado a AP, como una alternativa. El esfuerzo por adaptar su propuesta a estos 3 públicos causó planteamientos generales y contradictorios.

Percepción de eficacia. Resaltó a expresidentes de su partido para mostrar una organización con experiencia gubernamental. Sin embargo, quedaron dudas sobre su capacidad de gestión por su fuerte perfil de legislador. Daniel Urresti manifestó que se parece más a “Vitocho” que a los expresidentes, es decir, un político tradicional que no tiene un perfil ejecutor. Su punto más débil es la calidad de su plan de gobierno, el mismo que expresa generalidades, lo que se vio reflejado en el debate.

Representatividad. El provenir de un partido tradicional que estuvo detrás de la cuestionada vacancia de Vizcarra y el dirigirse a públicos diversos, hace que sus electores no se sientan representados plenamente por él. Esto no pudo ser superado en los debates e hizo que sus respuestas se sientan ambiguas para concretar planteamientos (nuevos impuestos, promoción de la actividad minera), pues pretendía mostrarse como un candidato de izquierda para captar electorado del sur, sin ser visto como un peligro por los electores centristas que siempre vieron a AP como una alternativa frente a la polaridad de izquierda y derecha.

Afectividad. Encarna el descontento con la clase política. A pesar de sus antecedentes como defensor de la ciudadanía (defensa del consumidor frente a las empresas de telecomunicaciones, los bancos, las AFPs, etc.), su origen provinciano, sus gestos y su discurso, no logra conectar afectivamente con la población, no provoca mayor simpatía y sus seguidores encuentran en él la opción de último recurso.


Yonhy Lescano indicó que conversará con la candidata a la vicepresidencia para conocer los detalles de la situación. (Foto: Archivo GEC)
Yonhy Lescano indicó que conversará con la candidata a la vicepresidencia para conocer los detalles de la situación. (Foto: Archivo GEC)

4) George Forsyth

Tuvo un desempeño interesante a pesar de su poca experiencia en este tipo de eventos, vendiéndose como lo “nuevo” que se enfrenta al establishment (la mismocracia). Su principal público objetivo es aquel que busca un cambio real que no altere el modelo económico, pretende llegar sobre todo a los jóvenes.

Percepción de eficacia. Su poca experiencia en gestión pública y estudios universitarios aún no concluidos generan dudas sobre su capacidad para dirigir el gobierno nacional. Tiene problemas para comunicar sus ideas de forma coherente y clara, lo que causa dudas sobre sus competencias para ser un gobernante eficaz.  Mencionó muchas cifras para demostrar que conoce la realidad nacional y que la ha estudiado. Resaltó sus logros en La Victoria ( por ejemplo la reducción de la criminalidad) y mencionó que su equipo de trabajo es experimentado. Sin embargo, quedan dudas sobre su capacidad para dirigir un país, pues dejó de ser alcalde de la Victoria para postular a la presidencia sin terminar sus compromisos como alcalde.

Representatividad. Representa “lo nuevo” para parte del electorado de centro y centro derecha. Es decir, un cambio en el gobierno, sin que esto implique un mayor intervencionismo estatal, como lo mostró a través de sus propuestas.  Además, refuerza su oferta de mano dura para luchar contra la delincuencia, algo muy valorado por la población en general.

Afectividad. Su vestimenta diferente a la de los demás candidatos en el debate (terno de diseño moderno, camisa blanca remangada) y su forma de hablar simple, ayudaron a que su público objetivo lo sienta como uno de ellos. Forsyth busca encarnar la esperanza de los jóvenes. Haber sido un futbolista destacado en un equipo popular lo acerca a la gente, que se identifica con él, pues es algo que muchos han querido ser.

5) Daniel Urresti

No cumplió con las reglas impuestas y atacó frontalmente a varios candidatos, especialmente a George Forsyth, con quien compite por el electorado de centro. Urresti busca capitalizar su perfil de militar, la mano dura frente al crimen, su anti fujimorismo y su actitud irreverente.

Percepción de eficacia. Busca transmitir la imagen de un buen gestor, resolutivo, “que hace” y ejecuta sin temer a nada. Sin embargo, en un debate electoral, exacerbar la confrontación hace que sea percibido como el joven “palomilla” que se asocia a aspectos negativos de su personalidad como ser autocrático, vehemente y poco inteligente.

Representatividad.  Representa a parte de un electorado populista y clientelista que busca medidas rápidas y efectistas que los beneficie en el corto plazo. Por eso, resaltó que promovería el retiro del dinero de las AFP, no ampliaría la base tributaria, atendería el reclamo de las micro y pequeñas empresas informales, implementaría medidas para sancionar a los corruptos, convertiría en delito la venta de celulares robados, etc.

Afectividad. Buscó conectar con la población haciéndose el gracioso e inquisidor. Destacó en el primer debate que conoce lo que vive la población y que es el único que “tiene calle”. Genera simpatía en el electorado, pero no  a nivel suficiente como para gatillar emociones de afecto y apego. De hecho, su comportamiento no le ayudó a hacer crecer su base electoral.

El candidato presidencial de Podemos Perú afirmó que hará alianzas con la empresa privada e iglesias evangélicas para tal fin. (Foto: El Comercio)
El candidato presidencial de Podemos Perú afirmó que hará alianzas con la empresa privada e iglesias evangélicas para tal fin. (Foto: El Comercio)

6) Verónika Mendoza

Representa la tradicional izquierda peruana. Un conglomerado de pequeños movimientos políticos de ideología socialista. La irrupción de Lescano la ha obligado a mostrarse como más de izquierda que él, lo que la aleja cada vez más del elector centrista desilusionado de la derecha pero que guarda el temor del terrorismo y la hiperinflación. El crecimiento del candidato Castillo en el Sur, de extrema izquierda, ha complicado su posición.

Percepción de eficacia. Carece de experiencia previa en gestión y tiene una imagen contestataria. La conformación de su equipo de profesionales y técnicos busca suplir esta debilidad. Tuvo buena performance al presentar sus ideas con claridad, hizo y respondió a las preguntas planteadas con consistencia. Fortaleció la adhesión de sus seguidores, pero se duda que haya logrado captar nuevos votantes. El nuevo look de la candidata buscó darle una imagen de más seriedad o consistencia académica, asociadas a las de un estadista; pero no consideramos que haya sido suficiente.

Representatividad. Representa a la población que aspira un cambio de modelo económico y que critica los 30 años de una constitución liberal que  trajo beneficios solo a un sector reducido de la población. Su postura contra los abusos de las grandes empresas y el mercantilismo, le ha permitido captar gran parte del elector de izquierda. Los debates afirmaron la representación de dicho sector. Su discurso, sus respuestas y su saco con bordados tradicionales del Perú utilizado en el segundo debate reafirmaron su compromiso hacia los pueblos originarios, especialmente del sur. Sin embargo, captar los votos de los indecisos de todo el Perú (en gran porcentaje electores que se consideran de centro) es una tarea muy difícil. Su imagen en el primer debate ayudó poco si su intención era llegar al elector de centro o al elector radical de izquierda. Los lentes, el peinado y su vestimenta proyectó un halo de una joven, radical y emotiva. Lo contrario a una estadista.

Afectividad.  Ha logrado crear una relación afectiva con sus seguidores, que la considera una  mujer profesional y combativa. Las y los “Vero lovers” son un sector muy activo en la campaña. Pero este mismo perfil genera temor a otros. Representa el peligro de ir por el sendero de los países socialistas, y por ello le resultará cada vez más difícil atraer a los sectores del centro, claves para ganar una elección.

Cusco Verónika Mendoza. Foto: Juan Sequeiros
Cusco Verónika Mendoza. Foto: Juan Sequeiros

7) Rafael López Aliaga

Fue duramente criticado en los medios por no participar en el primer debate, pero esta decisión puede ser considerada coherente con su discurso y su crítica a la prensa y al establishment. Su desempeño en el segundo debate dejó  más sombras que luces y lo proyectó como alguien poco preparado para desempeñarse como presidente de la república. Entre su público objetivo se le considera un defensor de su agenda. Los electores de derecha y centro derecha que ya no se ven representados por el fujimorismo y otros partidos que ya ni figuran en las encuestas (PPC), además de los electores conservadores y religiosos, lo ven como una alternativa válida, siendo uno de los candidatos con mayor porcentaje de voto duro.

Percepción de eficacia. Destaca su experiencia previa en gestión y sus éxitos empresariales para mostrar que es capaz de gobernar un país. Se presenta como alguien que toma decisiones duras o impopulares. Esto puede reforzar su voto entre los convencidos, pero hace que los indecisos de centro derecha o simpatizantes del fujimorismo tengan aún más dudas de votar por él. Lo perciben con una buena propuesta pero que no guarda las formas, se pelea sin tener la consistencia de sus acusaciones, y podría ser un peligro si encabeza un gobierno nacional. Este discurso populista e irreverente puede destrozar esta percepción de gestor eficaz, así como sus dificultades para concertar y para presentarse en público.

Representatividad. Representa el hartazgo de los electores de derecha y centro derecha que ve en los últimos gobiernos una ineficiente gestión pública.  Con su ataque frontal a la corrupción empresarial, a las ideologías socialista, por ser atea e ineficiente, busca representar a los ciudadanos que temen u odian a las izquierdas. Además, pretende representar a los movimientos religiosos (católicos y evangélicos) conservadores que ven en los medios de comunicación el aparato de un discurso unificador que pretende popularizar la ideología de género. Esto le puede alejar de parte del electorado menos conservador, pero le ha permitido aumentar su caudal electoral en las primeras semanas de campaña.

Afectividad.  Su público objetivo, lo ve como alguien que dice sin temor lo que siente. Su discurso incluye críticas a los últimos gobiernos a quienes considera “comechados”, lo que lo ayuda a conectar afectivamente con gran parte del electorado que ha estereotipado la política peruana como la actividad de  los “caviares”, los “terrucos” y los “rojos”. Su figura sanguínea le permite ser percibido como el gordito simpático, bonachón, criollo y cercano, pero que a su vez no le tiembla la mano para tomar decisiones impopulares. RLA se ha ganado el repudio y odio de muchos electores, pero esto no debe afectarlo, pues emocionalmente ya está en el centro del debate, sin haber asistido a la primera invitación.


CANDIDATO POR EL PARTIDO RENOVACION POPULAR, RAFAEL LOPEZ ALIAGA RECORRE LAS CALLES DE HUAYCAN
CANDIDATO POR EL PARTIDO RENOVACION POPULAR, RAFAEL LOPEZ ALIAGA RECORRE LAS CALLES DE HUAYCAN

8) Hernando de Soto

Tuvo un mediocre desempeño en los debates, lo que puede complicar sus opciones para captar votos entre aquellos que buscan un cambio dentro del modelo económico actual.

Percepción de eficacia. Su poca experiencia en gestión pública y su corte académico, hacen que existan dudas sobre sus competencias para ser un gobernante eficaz.  Se encargo de reforzar su experiencia de trabajo en diversos países y su relación cercana con muchos gobernantes; pero consideramos que el atribuirse la autoría de logros como la caída de Abimael Guzmán, hace que muchos, incluso de su público objetivo, consideren como Ollanta Humala que " tiene el complejo de Adán” ya que considera que ha resuelto todo.

Representatividad. Representa la propuesta de parte del electorado de centro y centro derecha que quiere un cambio y menor intervencionismo estatal. En los debates pretendió representar las demandas de los microempresarios e informales, pero dudamos que con su discurso (confuso, poco concreto y haciendo uso de palabras rebuscadas) haya podido representar las demandas de este importante sector de electores.

Afectividad. No conecta con los electores que lo ven como alguien alejado, mayor y que habla en difícil. Consideramos que no genera ni afecto, ni rechazo; solo indiferencia. En un contexto tan competitivo como el actual y con tantos candidatos cuestionados, logra que parte de su público objetivo la vea como la opción menos mala.

Hernando de Soto se quitó mascarilla para su último discurso|  Foto: Leonardo Cuito
Hernando de Soto se quitó mascarilla para su último discurso| Foto: Leonardo Cuito