Leslie Pierce cuenta con una vasta experiencia en el sector empresarial. Sin embargo, según revela, no siempre se fijó esa meta: se formó como economista proyectando desempeñarse en la esfera pública hasta que diversas circunstancias lo condujeron al mundo corporativo.

Fue ahí donde desarrolló su trayectoria. Entre 1991 y el 2011 se convirtió en el hombre detrás de Perú Pacífico, ahora Alicorp. Al día de hoy ejerce la dirección en varias empresas.

¿Cómo fue su experiencia al mando de Alicorp?Pasé de todo. Viví las épocas bonitas de la economía, pero también las más complicadas.

¿Qué lección le dejó?Cuando lo observo en retrospectiva puedo apreciar la oportunidad que me dio el desarrollo del país. Hoy no puedo estar más agradecido de haber enfrentado una serie de desafíos junto a un gran equipo.

¿Qué clase de desafíos?Fueron momentos muy difíciles, pero también importantes, sobre todo en el campo de la innovación. Pasamos de no tener celulares ni correo electrónico al mundo totalmente conectado de hoy.

¿Usted se considera una persona 'conectada'?Sí, creo que estoy bien conectado. Me considero bastante tecnológico para mi edad y siempre he procurado estar adelantado. No uso mucho las redes sociales, pero tengo Facebook, Twitter y LinkedIn.

¿Le costó acostumbrarse a estos cambios?No, es un tema que siempre me pareció fascinante. Recuerdo haber visitado a mi hermano en Estados Unidos a principios de los noventa y ver que usaban laptops y correos electrónicos en su empresa. Quise hacer lo mismo aquí y, aunque tardamos más de dos años, lo logramos.

¿Cómo es su relación con los trabajadores más jóvenes?Perfecta. Siempre le he dado mucho valor a la gente y sobre todo a la juventud. Cuando era joven no pude experimentar la democracia; soy parte de una generación que vio frustrados muchos aspectos civiles. Sin embargo, cuando ingresé a la PUCP, se me abrió un mundo diferente.

¿Qué pudo hacer distinto?Una de ellas fue colaborar socialmente. En el año 70 pude viajar a Yungay luego del terremoto y ayudar. Fue impactante para mí y me enseñó mucho. Por eso creo que la gente joven tiene mayor iniciativa para hacer cosas de bien que las que la sociedad realmente le ofrece.

Hoy en día lidera la ONG Vida Perú, ¿cómo fue que se le presentó esa oportunidad?Haydée Persivale trajo la institución Vida al Perú. Ella era esposa del ministro de Economía Carlos Rodríguez-Pastor, mientras yo era viceministro de Comercio. Cuando se dio la epidemia de cólera en el Perú, tomó forma la idea de abordar temas de salud y yo entré a ayudar. De eso ya hace 26 años.

¿Qué le significó ese cambio?Creo que es importante tener la posibilidad de devolver a la sociedad lo que he recibido de ella. Me gratifica mucho poder hacerlo.

¿Apoya también a otras ­instituciones?También estoy en el Banco de Alimentos y en organizaciones como Crea Más. Por eso veo que hay muchos jóvenes dispuestos a ayudar. Cuando entren al ámbito profesional, tendrán una mejor percepción sobre la sociedad, sensibilidad y mayor cooperación.

¿Cómo le ha servido a usted esa experiencia social?Me ayudó a entender la realidad peruana de los más pobres y me cambió como persona. También el hecho de tener experiencia en la función pública me permitió ver el mundo y el Perú de un modo distinto.

¿Qué actividades gusta realizar en su tiempo libre?Me gusta correr tabla. Lo he hecho toda mi vida y me conocen también por eso. Con mis hijos y mis nietos vivimos muy cerca del mar. Tengo una casa en Máncora y voy con mi esposa una semana o 10 días.