(Foto: EFE)
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A pesar del éxito actual de jóvenes cantantes, las mujeres denuncian que siguen siendo una minoría en la donde ocupan solo una pequeña fracción de los puestos de producción, aunque están dispuestas a demostrar que tienen un merecido espacio en el sector.

"Es increíble que en plena época de empoderamiento de la mujer nos cueste tanto trabajo abrirnos paso en esta carrera", dijo Ali Stone, productora, cantautora y DJ colombiana que ha trabajado con Camila Cabello y David Gueta, entre otros cantantes.

Tanto es así que, explicó, en ocasiones cuando dice que es productora de música sus interlocutores no la creen e incluso le han pedido que les lleve al "estudio para que se lo demuestre".

Esta realidad quedó patente en el encuentro "What She Said" auspiciado por la Asociación Americana de Autores y Compositores (Ascap) y la organización She is The Music, realizado anoche en Miami, donde varias profesionales del sector lamentaron que las mujeres no tengan mayor protagonismo detrás de los micrófonos.

Pamela Bustios, gerente de Listados Latinos de la prestigiosa revista , aseguró que en lo que va de año, en la lista de popularidad Hot Latin Songs solo han figurado 12 nombres de mujer, mientras que en el 2018 esa cifra fue de 18 y en el 2017 no pasó de 10.

"Esto es algo que tiene que ver con la (falta de) oportunidad", lamentó María Elisa Ayerbe, ingeniera de audio y productora musical que ha trabajado junto a artistas como Marc Anthony y Jennifer López.

"En mi caso, que pertenezco al campo técnico, allí somos solo el 2%, es decir, estamos hasta el fondo. Y es porque no se nos da la oportunidad. Simplemente no nos toman en cuenta".

Eso queda patente en las recientes nominaciones a los Latin Grammys, donde las mujeres están desaparecidas entre los aspirantes en premios técnicos como mejor productor, arreglos o ingenieros de grabación.

Algo más de suerte tienen las cantantes, gracias a la presencia de Rosalía, Alessia Cara, Camila Cabello, Ximena Sariñana y Paula Arenas entre los 30 nombres que figuran entre los candidatos a los tres principales premios: mejor disco, canción y grabación del año.

Y es que, en opinión de Ayerbe, aunque las mujeres sean mejores o estén mejor preparadas, no se las tiene en cuenta porque existe una imagen del "perfecto compositor" muy marcada: un "tipo con barba y espejuelos".

Coincide con ella Stone al decir que por ser mujer les toca "trabajar el doble".

"Es como si nos tocara probar que merecemos estar en un estudio de grabación. Lo importante es no dejarse intimidar y seguir luchando. No dejar que nada nos desanime", dijo.

Y apuesta por esta forma de ver las cosas al afirmar que a pesar del panorama desalentador, a base de tesón ha podido trabajar este año en un proyecto con la , forma del comité de los Grammys, colabora con varios artistas y avanza además en sus proyectos personales.

"Esto muestra que después de tantas negativas, si uno sigue la lucha puede demostrar a los demás que es capaz de estar aquí", reiteró a Efe.

La compositora Shari Short, quien ha colaborado con Miley Cyrus y Gente de Zona, entre otros artistas, indicó durante el panel que, vistas las cifras de la escasa presencia de la mujer en el sector, el objetivo es crear mayor conciencia y "abrir esas puertas" para se sepa de esta realidad.

"También es asunto de colaboración", indicó Suzy Shinn, productora, compositora e ingeniera de sonido norteamericana que ha grabado con Sia.

"Creo que todo comienza con los artistas, que quieran trabajar con mujeres y se lo pidan a sus casas disqueras, a sus mánagers, que les pregunten si pueden trabajar con una mujer que sea ingeniero, que sea productora", opinó.

Ayerbe explicó que casi todas las semanas publica en su cuenta de Instagram historias sobre lo "difícil" que es ser mujer en esta industria".

"Ocho de cada diez veces que entro a un estudio, las personas cuestionan lo que sé, quién soy y lo que soy", criticó sobre una situación que les lleva a "trabajar más rápido, más duro, por más tiempo".

Eso las lleva a sufrir una presión mayor que sus compañeros masculinos y si finalmente consiguen el trabajo, consideró, es porque le tocó "trabajar mucho más duro que a todos ellos".

“Las personas están hablando del empoderamiento femenino, pero cuando llega el momento de contratar a una mujer, cierran la puerta de nuevo, o nos cuestionan”, dijo Stone. “Es como si nos enfrentáramos a un doble estándar”.