(Foto: AFP)
(Foto: AFP)

En se acaba de destapar un caso de corrupción en el fútbol. Se trata de la Operación Oikos, mediante la cual la Policía española ha solicitado la captura de 11 personas (de las cuales 10 ya fueron detenidas) por amañar partidos.

Las autoridades manejan indicios de casos en Primera, Segunda y Tercera división de , una de las más poderosas del mundo del deporte rey.

Hasta ahora, entre los detenidos por este caso están los jugadores Raúl Bravo (ex Real Madrid), al que se le acusa de ser el cabecilla de la organización; Borja Fernández, del Valladolid; Carlos Aranda, exjugador de numerosos equipos de Primera; Íñigo López, actualmente en el Deportivo de La Coruña, entre otros, según informa el diario Marca de España.

La pregunta cae de madura, ¿cómo hacen estas redes criminales para amañar un partido de fútbol en torneos tan organizados y con tantos controles como la liga española?

Modos de actuar

Dentro de la información con que cuenta la Policía, se trata de una estructura vinculada al crimen organizado que contacta con intermediarios.

Los mediadores son usualmente jugadores recién retirados o a punto de hacerlo. La elección no es casual: estos deportistas tienen contactos en vestuarios y con excompañeros que se encargan de transmitir confianza a los atletas en actividad.

Los intermediarios eligen los partidos más “viables” para arreglar: hablan con los futbolistas claves, que por jerarquía y posición son el capitán, los centrales y el arquero.

Forma de pago

Una vez que los deportistas aceptan la trampa, la forma de pago es en efectivo. Se le da una primera parte a los jugadores antes del partido (dinero que es ofrecido por el responsable de la organización, en este caso Raúl Bravo). Si se produce el resultado esperado, se cumple con el segundo pago.

En caso de que el marcador del juego no termine como esperaban los denunciados, se establecen compromisos futuros para “saldar cuentas”, informa el diario Marca.

Tipos de amaños

Los arreglos más comunes se realizan en los encuentros para conseguir y evitar descensos y lograr clasificaciones europeas de gran importancia. Los policías españoles los denominan “amaños con fines deportivos”.

LaLiga cuenta con un área de Integridad, que se encarga de monitorear y prevenir este tipo de actos. Iñaki Arbea, responsable de ese departamento, declara a Marca que realizan talleres para explicar “lo que no se puede hacer y dando las guías básicas sobre cómo actuar si se encuentran en una situación así”.

El otro tipo de arreglos, y el más habitual, se da en el campo de las apuestas. Este también es el más difícil de captar. Para ello, y la Policía española cuentan con una herramienta llamada Tyche.

Este software se encarga de monitorear en tiempo real las apuestas que se hacen en absolutamente todas las casas. Su funcionamiento ocurre las 24 horas del día. Tiene un sistema de calificación y aviso que va de 0 a 5, donde a partir del 3 ya se considera un movimiento sospechoso.

Por último, existe el arreglo mixto. Este combina la ganancia de dinero a través de las apuestas para lograr un resultado deportivo.

Partidos sospechosos

Entre los encuentros de Primera que hasta ahora están bajo sospecha están el Valladolid-Valencia (0-2) de la última fecha de la temporada.

En el partido, Valencia buscaba el pase a la , mientras Valladolid había salvado la categoría y no se jugaba nada. Los dos goles del match se dieron después de fallos infantiles de la defensa vallisoletana.

En Corto

Sanciones. De dos a cinco años es la inhabilitación que enfrentarán los autores de estos actos, según el Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol. Además, los clubes implicados sufrirán la reducción de seis puntos y la nulidad de los partidos. Asimismo, podrían perder la categoría.