Las nuevas tecnologías, en donde se incluye el desarrollo de software de inteligencia artificial, están ampliando sus capacidades exponencialmente. Quizá en un futuro cercano cada que vea una cámara de seguridad no estará tan seguro de que haya un ser humano vigilándolo detrás. Pues hoy muchos de los dispositivos que velan por el orden interno de las ciudades ya detectan crímenes antes de que sucedan.

A medida que transcurre el tiempo se suman casos emblemáticos.

La Policía de Santa Cruz (California, Estados Unidos) emplea el sistema PrePol que a partir de datos históricos es capaz de determinar, hora por hora, las zonas donde crece la probabilidad de que ocurra un asalto o una disputa entre bandas. Esto conduce a que las autoridades refuercen la vigilancia en determinados barrios de la ciudad y en momentos específicos del día. En un año los robos se redujeron en 23%.

El atentado que se produjo en el año 2013 en la Maratón de Boston desveló también la necesidad de contar con sistemas más sofisticados. Alsight, un programa de cámaras automatizado, efectúa así un monitoreo en tiempo real y alerta a las autoridades si observa actividad inusual, de acuerdo a Bloomberg.

Según la empresa creadora, Behavioral Recognition System Labs, las cámaras Alsight emplean un método llamado "machine learning" a fin de "aprender lo que es normal dentro de un área y enviar alertas sobre actividad anormal". Es así que el software tiene la capacidad de identificar si una persona "se comporta de manera sospechosa, dando vueltas, mirando las entradas traseras de los edificios".

Los agentes de Policía en Durham (Inglaterra) también planean usar la inteligencia artificial para determinar si un sospechoso debe ser mantenido en custodia o puesto en libertad.

Harm Risk Tool (Hart) es un sistema que ha sido entrenado usando datos recolectados del 2008 al 2013, y está diseñado para ayudar a los oficiales a evaluar lo arriesgado de liberar personas potencialmente peligrosas. Pues tiene la capacidad de clasificar a un sospechoso como de "riesgo medio o alto". Según The Independent, el sistema fue exacto 98% de las veces que catalogó a alguien de "bajo riesgo" y 88% cuando lo hizo como "alto riesgo". Si bien sistemas como este podrían resultar altamente útiles, hay temores de que además podrían ser seriamente defectuosos.

¿Detención previa al delito?
China ha despertado la polémica. Su autoritario Gobierno, que maneja la información de sus ciudadanos mediante un acceso ilimitado a sus historiales, busca también mirar al futuro con tecnología diseñada para la predicción criminal.

La controversia surge porque las compañías privadas están colaborando con la Policía en el desarrollo de inteligencia artificial que ayude a identificar y detener a los delincuentes… antes de que cometan el crimen.

Así, según Financial Times, la firma de reconocimiento facial Cloud Walk está probando un sistema que emplea datos de los movimientos y comportamientos de individuos: su software advierte cuando un ciudadano se convierte en alguien potencialmente peligroso dando luz verde a que sea intervenido.

"La Policía está usando sistemas de clasificación de big data para valorar grupos de sospechosos en función a dónde van o qué hacen", dijo un portavoz de la empresa. Es por eso que el riesgo aumenta para las personas que comienzan a frecuentar, por ejemplo, tiendas de armas.

Vigilancia al máximo
Para Li Meng, secretario de Ciencia y Tecnología, la tecnología china de predicción criminal depende de los avances de inteligencia artificial (incluyendo reconocimiento facial, estudios del movimiento del cuerpo humano, que pueden detectarse en grabaciones de vigilancia), y podría convertirse en un uso esencial dentro de la esfera gubernamental.

Cloud Walk vigila lugares de "alto riesgo" para observar si alguien compra, por ejemplo, un cuchillo de cocina pero también un saco y un martillo con lo cual podría convertirse en sospechoso.

La "reidentificación personal" es otro ejemplo de uso de la tecnología porque permite detectar la identidad de la persona que haya sido vista en distintos lugares, vistiendo diferente ropa, en corto tiempo.