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(Bloomberg).- La población estadounidense no es la única que está envejeciendo. Sus bienes capitales, que incluyen desde fábricas hasta equipos médicos, también lo están haciendo.
La edad promedio de todos los activos fijos llegó a 22.8 años en el 2015, la más antigua en los registros desde 1925, según cifras de la Oficina de Análisis Económico (BEA) de Estados Unidos.
Dicha cifra ha estado creciendo, ya que las empresas y los gobiernos – estatales, locales y federales – se han mostrado reacios o incapaces de invertir dinero en reemplazar lo antiguo con lo nuevo.
Esto representa malas noticias para la economía y para las condiciones de vida de los estadounidenses. Esto quiero decir que los trabajadores están trabajando en fábricas menos eficientes y usando computadoras que no son tan poderosas como podrían ser.
Los médicos están trabajando en hospitales desgastados y desmoronándose. Y quienes dependen del transporte público están teniendo que soportar retrasos y daños de trenes más frecuentes.
No es sorpresa para cualquiera que haya tenido que maniobrar su automóvil para no caer en un bache que la edad promedio de los activos fijos del gobierno es un récord de 24 años, según datos de la BEA publicados el 7 de setiembre y actualizados anualmente.
Dentro de esta categoría, las autopistas y calles, con 28.4 años de antigüedad en el 2015, también fueron las más viejas desde 1925.
La situación del sector privado no es mucho mejor, con activos fijos con 22.4 años de antigüedad, siendo estos los más antiguos desde 1955.
Los equipos industriales -- incluyendo máquinas, turbinas y aparatos eléctricos que utilizan los trabajadores para producir todo tipo de cosas -- tienen una década, cerca de los 10.2 años en 2010 y 2011, cuyo nivel fue el más viejo desde 1939.
Un dato particularmente atemorizante es que los equipos e instrumentos médicos (por ejemplo las máquinas de radiografías) también están ganando años.
Con 4.7 años de antigüedad en cada uno de los dos años precedentes, estos fueron los más antiguos desde 1945. Las instalaciones médicas, incluyendo los hospitales, también están envejeciendo: en promedio, han existido por 20.7 años, el periodo de tiempo más prolongado desde 1949, según datos de la BEA.
Las viviendas también están haciendo su aporte para contribuir al envejecimiento de los bienes capitales de Estados Unidos. Con 33.5 años, las viviendas no han tenido tanta antigüedad desde 1947.
Yendo en contra de dicha tendencia, los estadounidenses han demostrado entusiasmo por reemplazar sus vehículos, reduciendo la edad promedio al nivel más bajo en dos décadas de 3.9 años.
Esto ha sido una bendición para los fabricantes de automóviles, que han visto cómo crecen sus ingresos y utilidades en años recientes.
Algunas cosas en realidad mejoran con el pasar de los años – por ejemplo un Bordeaux añejo. Pero en lo relacionado a puentes y maquinaria, la antigüedad no es algo deseable.