Christian Lengua
Con el impulso del equipo de influencers y los pedidos a través de su Instagram, que se convierten en el 70% del total de sus ventas, la empresa peruana de moda La Nacional consiguió incrementar en 35% la facturación del último año comparado con el 2019.
“Aunque parezca increíble, la pandemia nos ha ayudado. En lo único que nos perjudicó es que teníamos pensado abrir un punto de venta físico, pero se tuvo que dejar en stand-by porque era mucho más complicado”, comentó el diseñador Genaro Rivas, director creativo y CEO de la marca.
El empresario atribuye este crecimiento al hecho de sacar nuevas colecciones cada mes y medio (acaban de lanzar una esta semana), lo que genera que la gente quiera comprar. “Más que en el contexto, el éxito radica es el diseño y cómo presentas los productos”, apuntó.
Otra razón del buen momento se debe al ‘equipo Nacional’, que son los influencers que promocionan la marca en redes sociales. Son alrededor de 12 personajes conocidos entre los que están Magaly Medina, Ethel Pozo y Karen Schwarz. Ellos son escogidos por campaña de acuerdo con su perfil y filosofía.
Como señalamos, Instagram es el bastión de la marca por donde acuerdan el trato para la mayoría de las ventas. Pero también tiene presencia en la tienda online Azule. Asimismo, antes estaban en tiendas físicas, como Vernácula de Barranco, San Isidro y el Jockey Plaza, pero al haber mucha mercadería en consignación, decidieron dejarlo por pandemia. Ahora están por volver al local del Jockey.
Para el 2022, cuanto la situación esté más estable en el país, planean abrir su primera tienda física, donde pueda tener todo el estilo de la marca y extender el portafolio a morrales, mochilas y bolsas reutilizables. Y entre tres y cinco años, la idea de Rivas es tener una cadena de tiendas de La Nacional.
Otro plan que traen entre manos es el ingreso a una tienda de retail en los próximos meses, con los que ya están en conversaciones, pero prefieren no adelantar detalles.
Clásica prenda
La marca nació en el 2017, buscando una alternativa más casual y comercial a los diseños de Genaro Rivas. El concepto es una moda más democrática, revalorizando lo peruano. Con la onda de tomar los elementos patrios (“con todo el respeto que se merece”) y transformarlos en prendas más actuales, es que nace la clásica casaca con el escudo estampado.
De hecho, hasta el momento tienen 10 modelos de esta prenda, y el diseñador cuenta que se venden durante todo el año, al estar hechas de un material para todas las temporadas. La compra promedio fluctúa entre 200 y 300 soles y generalmente llevan una casaca y un polo.
Pero en el portafolio también tienen poleras, buzos y planean expandirse hacia los accesorios como medias, beanies y gorras que complementan el look Nacional. “Al ser una marca relativamente nueva, nos permitimos mucho el concepto de prueba y error”, contó Rivas. Incluso a futuro podría entrar en calzado, anunció.
El fundador de la marca cree que este es un momento en el que hay que apostar por los negocios y las marcas locales. Es necesario reforzar el concepto de comprar local, porque detrás de una prenda hay esfuerzo y puestos de trabajo. Es todo una cadena.
“Me gusta hablar acerca del orgullo y los valores de ser peruano. Y siempre busco animar a los emprendedores a continuar empujando este gran coche llamado Perú, porque como país nos une ser creativos y trabajadores. Y con eso podemos salir adelante”, expresó.