(Bloomberg).- La criatura púrpura peluda rueda por mi mesa y se aleja del cascarón plástico del que acaba de emerger. Si le presiono el vientre, gira, grazna y mueve las alas de plástico verde. De pronto, parece el parloteo de un bebé, y luego queda nuevamente en reposo, a la espera de otra interacción. Los ojos son de neón verde y azul.

Se trata de un Hatchimal, un juguete animatrónico creación de Spin Master Corp. que ha alcanzado un impensado éxito de ventas con miras a las festividades de fin de año. Es probable que no podamos conseguir uno. Nadie puede.

Cada tanto en las temporadas de fin de año un juguete se hace tan popular que surgen listas de espera, se generan peleas y los revendedores buscan acumularlo para obtener el doble de su valor minorista. A fines de los años 90 fue Tickle Me Elmo. Hace poco fue Zhu Zhu Pets. Ahora es el Hatchimal, que se vende a US$ 60, un precio exorbitante para un juguete, pero adecuado para la temporada navideña.

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Le ha proporcionado a Spin Master –que con Build-a-Bear Workshop y Etch-a-Sketch conoce bien los juguetes exitosos- uno de los mejores productos de su historia. Las tiendas han abierto listas de espera para la compra de los Hatchimal. El sitio web del juguete insta a los comerciantes a buscar programas de canje para conseguirlo en enero. Los blogs buscan dónde padres desesperados podrían encontrar todavía algún Hatchimal.

"La demanda de los consumidores ha superado por mucho nuestras expectativas y las de los comerciantes", dijo la semana pasada el máximo responsable de Spin Master, Ronnen Harary, en conferencia telefónica sobre las ganancias del tercer trimestre de la compañía. "En octubre los Hatchimals fueron el juguete de mayor venta en Amazon y Walmart".

La clave del éxito del Hatchimal es que nace. Si se juega con el gran huevo plástico, el Hatchimal que está en su interior reacciona y comienza a tratar de romper el cascarón. Si se lo deja, se queda quieto e intacto.

El Hatchimal se inspiró en parte en la popularidad de los videos online de "unboxing". (Una búsqueda de "unboxing" en YouTube dará más de 52 millones de resultados.) "Pensamos: '¿No sería interesante que en lugar de abrirlo algo saliera por sí solo?' Eso se convirtió en la idea de un huevo", explicó James Martin, vicepresidente de marketing de la compañía.

A los efectos de que los niños sigan jugando con el Hatchimal, el equipo de desarrollo del juguete incorporó tres etapas por las que atraviesa en su desarrollo, cuya rapidez depende de la frecuencia con que se juegue. Una vez completo el desarrollo, se lo puede revertir a la etapa de bebé (ese período de agitación y parloteo que presencié en mi mesa).