Donación. Con los fondos de la Teletón se subvenciona económicamente al 30% de la población de la Clínica San Juan de Dios. (Foto: Difusión)
Donación. Con los fondos de la Teletón se subvenciona económicamente al 30% de la población de la Clínica San Juan de Dios. (Foto: Difusión)

Hoy se dará el tradicional ‘campanazo’ de la Teletón 2018 en la Bolsa de Valores de Lima que marcará el inicio de la jornada solidaria más grande del país, que este año se ha propuesto superar la meta de los S/ 11.7 millones para financiar el tratamiento de niños y jóvenes con discapacidad física que se atienden en las seis clínicas San Juan de Dios.

Martín Fariña, presidente de Oritel, entidad conformada por los 12 países que realizan la Teletón, destacó la importancia de la donación de las personas que suman el 75% del total recaudado.

Asimismo, indicó que este año se decidirá donde se construirá la próxima sede, aunque adelantó que Huancayo está entre las principales opciones.

Se espera que el 75% de lo recaudado provenga de la donación de las personas y el 25% de las empresas.


“Así estaríamos cubriendo también algunas partes de la selva y el centro; pero, por otro lado, podríamos crear microcentros solo de rehabilitación, que podrían estar en Lima norte, este o en el Callao”, señaló.

Inversión a largo plazo


En otro momento, Fariña señaló que el tratamiento promedio de cada paciente es de entre 10 y 15 años y que la donación per cápita en el Perú está en S/ 2.50.

“No llegamos ni al promedio que lo que donan en los otros países que realizan Teletón, aunque estamos avanzando. Aún hay mucho por trabajar y esperamos que más personas donen y el compromiso de más empresas serias”, indicó.

De acuerdo con la edición anterior, los mayores montos recaudados provinieron de Lima (77%), Piura (4%), Callao (3%), La Libertad (2.5%) y Arequipa (1.6%).

La historia de Yunder Escobar​

Cuando tenía un año y medio, Yunder Escobar Navarro dejó su natal Huancayo y llegó a Lima junto a su madre para empezar su tratamiento en la Clínica San Juan de Dios. Su diagnóstico es mielomeningocele, una condición por la cual no se forma adecuadamente la columna vertebral, lo cual le dificulta la movilidad.
Aunque ya han pasado tres años desde que el pequeño embajador empezó sus terapias todavía le queda un largo camino por delante, pero no pierde el ánimo