Redacción Gestión

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(Bloomberg Business).- La , parque de diversiones de varios –multimillonarios hombres-, atrae a personas de todo el mundo.

El ruso , que en mayo se aseguró su cuarto título en diez años en este campeonato. El jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan, viceprimer ministro de los Emiratos Árabes Unidos, es el dueño del número dos, el Manchester City. Los estadounidenses controlan cinco de los veinte equipos de la liga, incluido el famoso y su odiado rival, el Liverpool.

Estos hombres se enfrentan en la liga de fútbol más rica del mundo, como informa la revista Bloomberg Markets en su número especial de julio/agosto. El Chelsea de Abramovich batió el récord británico en 2011 al pagar 50 millones de libras (US$ 78 millones) para atraer el goleador Fernando Torres del Liverpool, controlado por el dueño de los Boston Red Sox John Henry.

Los apodos de los clubes –Gunners (artilleros), Hammers (martillos), Spurs (espolones, como los que usan los gallos de riña para herir a sus adversarios)- hablan de ambiciones llenas de testosterona.

A este club exclusivamente masculino ahora ha ingresado una intrusa: una heredera suizo-alemana de bajo perfil llamada Katharina Liebherr. Su equipo, el Southampton, conocido como los Saints (santos), juega en la ciudad de ese nombre, 75 millas (120 kilómetros) al sudoeste de Londres.

Liebherr, de 37 años, aporta al antiguo club de hombres lo que su máximo responsable ejecutivo Gareth Rogers denomina "verdadera calidez" y "un agudo sentido de la empatía" –atributos que rara vez se mencionan, al menos como cumplido, en el fútbol británico-.

Pero Liebherr está demostrando su valía. Heredó el Southampton de su padre, Markus Liebherr, luego de que este muriera repentinamente en agosto de 2010. Se hizo cargo cuando el presidente Nicola Cortese partió tras una lucha de poder en enero de 2014.

'Destructora de sueños'La prensa amarilla le echó la culpa a ella. "¡Liebherr la destructora de sueños!" la retó el Daily Mail. "EXCLUSIVA. REVELACIÓN", tituló The Sun. "Una mujer en el centro de la pesadilla del Southampton". Liebherr soportó más iras cuando el técnico Mauricio Pochettino desertó para pasarse al Tottenham Hotspur y diez jugadores fueron transferidos el año pasado. Para cuando terminó ese verano, las apuestas en el Reino Unido estaban en 6-1 a que los Saints irían al descenso, destino que habían sufrido por última vez en 2005.

Pero los corredores de apuestas estaban equivocados. Durante la gestión de Liebherr, el equipo vivió la temporada de la Premier League más exitosa de su historia. El Southampton terminó séptimo con 60 puntos. Rindió ganancias de 33.4 millones de libras en 2014, las primeras desde que casi fue a la quiebra en 2009.

Y los Saints se clasificaron para la competencia paneuropea por primera vez en doce temporadas. "No voy a mentir y decir que no fue un verano difícil", dijo Rogers. "Mientras el mundo entero pronosticaba un desastre, internamente no ocurría eso".