(Foto: GEC)
(Foto: GEC)

Cuando Sergey Brin y Larry Page fundaron Google en 1998, también crearon un algoritmo para contratar gente. El objetivo era encontrar a los alumnos de ciencias de la computación con las notas más altas dentro de las mejores universidades del rubro.

En otras palabras, buscaban otras mentes como las suyas, pues creían que la tecnología solo podía ser comprendida por gente especializada en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por el acrónimo en inglés).

La sorpresa llegó 12 años después cuando analizaron la información histórica de contrataciones, despidos y ascensos, y descubrieron que entre las características más importantes para crecer en Google, ser excelente en STEM aparecía recién octavo en la lista. El listado estaba encabezado por "habilidades blandas" como ser un buen guía, preocuparse por el éxito y bienestar de los empleados, y comunicarse bien.

Y es que hemos heredado una serie de infraestructuras y principios muy específicos que pensamos que son intrínsecos a la educación, pero en verdad fueron inventados para un tiempo y lugar muy específicos: el siglo XIX en la era industrial.

¿Por qué es importante enseñar habilidades blandas y cómo se logra?
El aprendizaje automatizado te permite aceptar respuestas fáciles y una de las cosas que precisamos desesperadamente en este momento es hacernos preguntas complejas.

Para tener un resultado perfecto en una prueba de múltiple opción, por ejemplo, tienes que dar las respuestas correctas.

Pero si estás aprendiendo habilidades blandas, estás escuchando las respuestas o las preguntas por debajo de la respuesta y no dando una solución simplificada a un problema simplificado.

Esto nos ayuda como trabajadores y como ciudadanos del mundo, y ayuda a la democracia.

Yo uso un método que se llama "de inventario" y que consiste en que no se levanta la mano para responder una pregunta, sino que se genera una situación donde cada una de las personas tiene algo valioso para contribuir.

Por ejemplo, un exalumno mío inventó un ejercicio que consiste en buscar un texto muy muy difícil y hacer copias solo de la primera página. La clase se divide entonces en grupos de a cuatro y, después de señalar las palabras que no entienden, pueden usar internet para buscar sus significados.

Luego se les dan preguntas que guían la comprensión. Y, al final de todo, tienen que explicarle a la clase qué aprendieron.

Juntos encuentran formas de lidiar con el texto, aprenden a buscar información, a tener un método guiado para explorar, a trabajar en equipo y colaborar, y a comunicar los resultados al resto.

Cada una de estas son habilidades blandas que, simplificando, te harían CEO de Google.

Por Ana Pais de AVEC para el World Economic Forum.

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