La cantante británica arrasó este domingo en todas las categorías en las que estuvo nominada en los , pero le costó creérselo. En sus emocionados discursos insistió siempre en que su ídolo Beyoncé lo merecía más.

Adele ganó las tres principales categorías (álbum, canción y grabación) por segunda vez, luego de arrasar en 2012. Es la única artista en lograrlo y suma en total 15 estatuillas.

"No puedo aceptar este premio (…), mi vida es Beyoncé y su álbum para mí, 'Lemonade', fue monumental y un apoyo para el alma, pudimos ver otro lado de ti que no siempre nos dejaste ver y te lo agradecemos", le dijo a la diva del pop al recibir el gramófono por su disco "25" en la categoría más prestigiosa del premio.

"Lemonade" es de hecho el disco más osado de la carrera de Beyoncé, en el que se enfocó en las dificultades y la resistencia de las mujeres negras, cantándole a su poder de superar a un padre duro, un marido lujurioso y una larga historia de persecución.

La artista de 35 años terminó con dos galardones. Ganó Mejor Álbum Urbano Contemporáneo y ganó también con el videoclip de "Formation", que hace tributo al movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) con imágenes de policías levantando los brazos, como rindiéndose, frente a un niño negro.

La ceremonia de los Grammy fue la primera aparición pública de Beyoncé desde que anunció por las redes sociales que estaba embarazada.

Un Grammy anti-Trump y con 'errores'El primer acto de James Corden fue precisamente una sátira de los errores que pueden pasar en una transmisión en vivo: el elevador de la tarima se trabó, se le cayó un zapato y el micrófono falló.

Parecía una premonición de lo que le pasaría con Adele, que detuvo su actuación en homenaje a George Michael con una palabrota para volver a comenzar, y con James Hetfield, el vocalista de Metallica, cuyo micrófono no funcionó en su presentación con Lady Gaga.

El apoyo de la audiencia que la arropó de aplausos apartó cualquier espanto. Adele había abierto la transmisión con "Hello" sin problemas. Le siguió el monólogo rapeado de Corden con condimento anti-Trump para dar paso a Jennifer Lopez, que presentaría la primera categoría: Mejor Artista Nuevo.

Antes de la gala, en una ceremonia previa en la que se repartieron la mayoría de los premios, incluidos los latinos, Jesse&Joy, el popular dúo mexicano-estadounidense, también dio un grito a favor de los inmigrantes y los latinos.

"Muy orgullosos de ser mexicano-americanos. Esto va para todos los hispanos allá afuera, en este país, a cada grupo minoritario, estamos con ustedes", dijo Joy en inglés al recibir el premio a Mejor Álbum Pop Latino con "Un besito más".

El colofón vino con Tribe Called Quest y Anderson .Paak, que hicieron un show muy político que incluía una demolición simbólica de un muro, el que prometió Trump en la frontera con México, y un llamado a "resistir".