(Foto: USI)
(Foto: USI)

La detención del presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Edwin Oviedo, preocupa al técnico de la selección blanquirroja, el argentino Ricardo Gareca, quien había pedido estar "blindado" de estos problemas al renovar su contrato en agosto.

Tras volver de una gira a Europa para entrevistar a jugadores peruanos, Gareca llegó el jueves a la sede de la FPF en medio de un allanamiento de la policia y fiscalía tras la detención del mandamás del fútbol peruano.

Sorprendido, el técnico pidió una reunión de emergencia con el director deportivo de la Federación, Juan Carlos Oblitas, para expresar su inquietud por la situación de Oviedo y consultarle sobre lo que podía ocurrir.

Oblitas le dio un mensaje de tranquilidad al entrenador, al asegurarle que la parte deportiva estaba al margen de esta crisis.

"Conversamos por más de una hora y lo tranquilicé. Sigue trabajando en sus informes y preparando todo para los amistosos" de 2019, declaró Oblitas al diario Depor.

"Ojalá no tengamos más problemas, va a esperar para ver cómo se resuelve todo y después hablaremos", manifestó el exmundialista peruano al ser consultado si Gareca pensaba renunciar, añadiendo que "Ricardo está tranquilo".

Pero el exjugador Germán Leguía, que compitió en los mundiales Argentina-1978 y España-1982, reconoció que éste es un momento difícil para el fútbol peruano y para la selección blanquirroja.

"Es duro porque no sé que va pasar con la selección. No sé qué pasará con Ricardo", declaró Leguía al diario deportivo El Bocón.

Después del Mundial de Rusia, los líos judiciales de Oviedo demoraron la renovación del nuevo contrato de Gareca, quien finalmente firmó el 8 de agosto por tres años más.

"No tengo compromiso con personas"

La policía detuvo el jueves a Oviedo, sospechoso de ser miembro de una "red de corrupción" integrada por prominentes jueces, ahora destituidos, y hombres de negocios.

Oviedo, quien dirige la FPF desde enero de 2015, es investigado por "cohecho" y "tráfico de influencias". En su reemplazo la Federación quedó a cargo del vicepresidente Agustín Lozano.

Su detención se produjo mientras otro tribunal se aprestaba a anunciar si lo enviaba a prisión "preventiva" por 24 meses por otro caso, en el que está acusado de haber ordenado los homicidios de dos sindicalistas de una empresa azucarera que él controlaba.

Algunos dirigentes habían pedido a Oviedo que diera "un paso al costado" mientras enfrentaba los problemas judiciales, pero él se ha negado a renunciar, clamando inocencia.

Su decisión mantenerse al frente de la FPF provocó en julio la renuncia de los miembros de dos órganos de la FPF, el Comité de Ética y el Comité Consultivo, este último integrado por cinco prominentes empresarios.

Al renovar su contrato por tres años más en agosto pasado, Gareca expresó que su compromiso no era con una persona en particular, sino con la Federación y el pueblo peruano.

"Yo tengo un compromiso con la selección peruana y con el fútbol. Mi contrato no está ligado a cuestiones personales de otras personas", declaró.

Oblitas aseguró entonces que la FPF trataría de "blindar" a Gareca para que los temas judiciales en los que estaba involucrado Oviedo no afectaran el trabajo de la selección peruana.

Cuerpo técnico sigue trabajando

A pesar del arresto de Oviedo y del allanamiento a la sede de la FPF, el comando técnico no dejó de trabajar.

El preparador físico de la selección, el argentino Néstor Bonillo, y su asistente peruano Nolberto Solano viajaron a Arequipa a observar el jueves el partido de semifinales del campeonato peruano entre Alianza Lima y Melgar.

Gareca prepara los próximos amistosos de marzo de cara a la Copa América de Brasil-2019 y el inicio del clasificatorio sudamericano al Mundial de Catar-2022.

De la mano de Gareca, Perú clasificó a Rusia, donde fue eliminado en la primera ronda. Perú no clasificaba a un Mundial desde España-1982.

Después del Mundial de Rusia, el desempeño del cuadro peruano en partidos de fogueo ha sido mediocre: cuatro derrotas, un triunfo y un empate.

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