Reflexión. “Las empresas pagan a los artistas para que les hagan los anuncios”, mencionó Coppola en una conferencia.(Foto: Getty)
Reflexión. “Las empresas pagan a los artistas para que les hagan los anuncios”, mencionó Coppola en una conferencia.(Foto: Getty)

Más que un clan artístico, el director de cine Francis Ford Coppola, que hace unos días cumplió 80 años, lidera una familia que funciona como marca registrada. La curiosidad y el riesgo han sido los motores para embarcarse en los negocios que le permitieron mantenerse en la pantalla grande como una afición, mas no como un trabajo.

Negocios fuera de la pantalla

Tras el fracaso de su filme “Apocalipsis Now” y de los problemas financieros de la familia, Coppola decidió mirar hacia los valles y preguntar a su esposa Eleanor “¿por qué no hacemos vino?”

Hace 25 años el artista había decidido ampliar su bodega y comprar los viñedos Inglenook por US$ 2.2 millones, sin imaginarse que después estos serían el corazón de su imperio. “Cuando empecé a hacer cine tampoco sabía hacer películas”, pensó el director de “El Padrino” antes de iniciar sus aventuras.

Ese ímpetu lo llevó luego al rubro de las pastas, los hoteles, y recientemente al del cannabis. Coppola, a sus 80 años, prepara una nueva línea de esta planta creada en el condado de Humboldt en California bajo el nombre de Sana Company LLC, según explica el diario El País.

Sus trabajadores lo han catalogado como perfeccionista a la hora de tomar decisiones. “Se entrevistó personalmente con más de medio centenar de candidatos para elaborar una de las salsas Mammarella”, cuenta el diario.

Rentabilidad de película

Si hay algo que sabe hacer Coppola es generar emociones en sus espectadores. Lo mismo procura hacer con sus clientes. Tiene cinco hoteles en Europa y Sudamérica. Uno de ellos es El Blancaneaux Lodge, un escondite en una reserva forestal con solo 20 cabañas. El precio por pasar la noche en una de ellas parte en US$ 300. La más grande y lujosa costaría US$ 1,500.

Coppola también posee el resort de lujo Turtle Inn en una isla privada y con solo 25 habitaciones frente al mar. La cabaña más grande lleva el nombre de su hija Sophia y vale US$ 4,500. Asimismo, su viñedo en Napa Valley es una suerte de para adultos donde no faltan dos piscinas, tres restaurantes y programas para catar y comprar vinos, explica el portal web El Economista.

El sueño por cumplir

El ganador del Óscar en seis ocasiones prefiere arriesgarse en los productos que prepara para el cine. Las últimas cintas del director que funcionaron bien en taquilla fueron la comedia “Jack” (1996) y el drama “The Rainmaker” (1997).

A su edad tiene claro que aún le queda presentar su gran película: “Megalópolis”. Según ha mencionado en algunas entrevistas, este proyecto no sigue las tendencias actuales, pero ello no impediría sorprender al espectador. “(Mis películas) se entenderán en 20 o 30 años”, ha confesado a RTVE.

10

CABAÑAS tiene La Lancha, el hotel más exclusivo de Guatemala, que pertenece a Coppola.

US$ 800

MILLONES se estima que moverá el mercado del cannabis de EE.UU en 2030, donde Coppola ingresará.

El Dato

Hombre clave. Coppola contrató a Jay Shoemaker, licenciado en Harvard, “quien se encargó en sanear las cuentas de un director muy acostumbrado al despilfarro”, señala el medio ABC. Gracias a su gestor, la tendencia de Coppola a invertir en negocios poco rentables ha sido menos propensa desde el 2001, cuando se salvó de la bancarrota.