La ciudad de las estrellas esconde un gran tesoro que, hasta el jueves, sumaba US$ 341 millones. Y es que , con sus 14 nominaciones al Oscar, ha logrado un fenómeno curioso: un musical que arrase en la taquilla.

La cinta de Damien Chazelle tuvo un escueto presupuesto de US$ 30 millones. Cifra bastante modesta considerando el costo de producción de los 'taquillazos' de Hollywood. Sin embargo, la dupla Stone/Gosling funcionó a la perfección en salas de cine.

Después de meses de marketing, y un par en cartelera, recaudó US$ 341 millones alrededor del mundo (y sigue proyectándose en cines). Si hacemos una simple resta, obtenemos US$ 311 millones de ganancias.

¿Cuál es la sorpresa? La recaudación de Arrival, la siguiente en la lista de las nominadas, fue de US$ 195 millones, y tuvo un presupuesto de US$ 47 millones.

Y es que los filmes que suelen alcanzar cifras altas en taquilla no tratan sobre una lingüista que explora la solución más conflictiva: dialogar; ni sobre una pareja de tontos que sueñan. En cambio, suelen estar protagonizadas por héroes enmascarados, dinosaurios, magia y un par de firmas de cómics en los créditos.

Es decir, es muy difícil encontrar un 'taquillazo' entre las contendientes a Mejor película en el Oscar. Pero de vez en cuando, el público se enamora de la película tanto como la crítica.

Así, se corona como la película más rentable entre las nominadas, y Arrival le sigue no tan de cerca, con ganacias de US$ 148 millones.

En tercer lugar encontramos a Hidden Figures, con una rentabilidad de US$ 142 millones.

Le siguen Hacksaw Ridge, el regreso de Mel Gibson, a.k.a. el hijo pródigo de Hollywood, con US$ 135 millones de ganancias. Y cierra el top 5 Hell or High Water, un western electrizante con actuaciones admirables de parte de Ben Foster y Jeff Bridges, con US$ 89 millones de rentabilidad.