Bloomberg.- Unos 60 estudiantes del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) optaron por permanecer dentro de un vestíbulo débilmente iluminado, procesando datos y produciendo páginas de análisis.

Los alumnos –seleccionados entre 400 solicitantes– están participando de una mega competencia organizada por Citadel, un fondo de cobertura de US$26,000 millones. La firma de Ken Griffin ha elevado la apuesta en la búsqueda de científicos e ingenieros de datos que realiza el sector, y ha celebrado 18 concursos en universidades de Estados Unidos, Reino Unido e Irlanda este año.

El premio en el campeonato final de datos: US$100,000.

"Necesitamos pensadores analíticos fuertes que puedan trabajar con grandes conjuntos complejos de datos", dijo Justin Pinchback, jefe de estrategia de talento de Citadel, con sede en Chicago, en una entrevista durante el concurso del MIT.

"Si usted se limita a una región o a una escuela, no tendrá una buena visión de la totalidad del mercado de talentos, y esa visión es la que tratamos de lograr".

Los fondos de cobertura, que han utilizado durante mucho tiempo jugosos cheques de pago para atraer empleados, están improvisando con nuevos enfoques para reclutar tecnólogos en medio de una feroz demanda de ellos en toda la economía.

Los fondos tradicionales, como Tudor Investment Corp., vienen persiguiendo "quants", o analistas cuantitativos, conforme su desempeño mediocre y la presión sobre los honorarios los convierte en lugares menos atractivos para trabajar.

Two Sigma contra GoogleIncluso los fondos de cobertura más tecnológicamente avanzados como Two Sigma, cuyo Compass Cayman Fund ha superado a sus rivales en los últimos cuatro años, compiten por talentos. Están frente a atractivos gigantes de la tecnología como Google, con sus automóviles de conducción automática, y Facebook, que capta miles de millones de usuarios.

"El problema es encontrar a gente capaz de innovar", dijo Luke Ellis, presidente ejecutivo de Man Group Plc, en la cumbre del Milken Institute en Londres en diciembre. "No son particularmente impulsados ​​por el dinero, tienen muchas ofertas financieras interesantes y, por lo tanto, hay que encontrar otras formas de atraerlos".

La rivalidad por el talento en investigación cuantitativa, grandes bases de datos y análisis nunca ha sido tan intensa, según John Hindley, socio de la firma de contratación Heidrick & Struggles. La tradicional cultura de ganancias rápidas que primó en los fondos, un anatema para las formas experimentales de la ciencia, puede hacer que el reclutamiento sea aún más difícil. Por lo tanto, los fondos de cobertura visten hábitos académicos y lanzan sus empresas como centros de investigación donde se valora el trabajo en equipo, se resuelven problemas complejos y se publican documentos.

Omar Iqbal, director de capital humano de Londres Winton Capital Management, compara el fondo de cobertura cuantitativo con el CERN, un centro de investigación nuclear de Suiza.

"Es un poco como el CERN, donde los científicos trabajaron juntos para descubrir la partícula de Higgs", dijo Iqbal sobre Winton, la firma cuantitativa de US$31.500 millones. "La razón de su éxito fue que miles de personas se unieron y cada uno hizo lo suyo con un estándar muy, muy alto. De la misma manera, pensamos en Winton como en un proyecto colectivo."

Two Sigma, uno de cuyos fundadores fue David Siegel, un licenciado en informática del MIT, tiene muchos rasgos de una universidad. La empresa informática de US$41.000 millones, que produce documentos científicos y alienta al personal a dar clases, pronto se trasladará al campus. En septiembre, Two Sigma se hará cargo de "The Bridge", un espacio en el nuevo campus de Cornell Tech en Roosevelt Island, Nueva York, donde los ingenieros y empresarios trabajan codo a codo.

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