AFP.- (AFP) Blusas de flores bordadas a mano, fajas y faldas tradicionales de la etnia puruhá se abren paso en la moda ecuatoriana.

Lucía Guillín, creadora de la marca Churandy, abrió su atelier hace cinco años.

"En sí nuestra cultura ya se estaba desapareciendo mucho, mucho, tiempo usábamos aquí más es la ropa otavaleña, entonces casi como que la ropa puruhá ya se desapareció en sí. Y más las jovencitas empezaron a vestirse como, nosotros decimos, como los mestizos", explicó.

Los nuevos diseñadores han renovado las prendas tradicionales con cortes más atrevidos pero sin dejar de lado figuras típicas como el sol, las flores y símbolos puruhá.

Y observan que cada vez más se valoran las prendas hechas a mano por indígenas y se aceptan sus elevados precios.

"Antes nos era difícil vender una blusa a 60 dólares, ahora por ejemplo ya no. Una blusa se compran hasta en 280, en 300, 350, hasta 400 van pagando por un corset", apuntó Franklin Janeta, dueño de tienda de ropa indígena.

Una fusión de lo occidental con lo ancestral que está renovando las pasarelas de Ecuador.

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