La FIL atrajo medio millón de visitantes el año pasado. (Foto: USI)
La FIL atrajo medio millón de visitantes el año pasado. (Foto: USI)

No es un secreto que las ferias de libro, además de convocar a asiduos lectores en torno a la literatura y procurar fomentar este hábito entre nuevos públicos, se han establecido como un espacio propicio para dinamizar la industria editorial.

Repaso regional

Esto, pese a que en algunos países ha experimentado un retroceso. “La Feria Internacional del Libro de Guadalajara es, sin duda, la más icónica de la región; Argentina y Colombia se disputan el segundo lugar”, dice el autor Sergio Ocampo a La República de Colombia.

Si bien la industria editorial azteca experimentó un retroceso de 5.2% hace dos años y hoy yace estancada con una disminución de la población lectora, su cita literaria más reciente captó más de 810,000 visitantes en sus cerca de 3,000 actividades.

Situación similar pasa el mercado porteño. Aunque con una “pronunciada crisis que afecta el sector editorial y que registra desde hace dos años una baja en la producción y venta de ejemplares”, su última feria atrajo más de 1.2 millones de personas, según Clarín.

Bogotá no se queda atrás, pues “se ha potenciado como epicentro de negocios editoriales, logrando una proyección a mercados internacionales”, señalan desde la Cámara Colombiana del Libro.

Mirada local

Perú ostenta, por el contrario, un mercado editorial en crecimiento, cuya cifra bordeó el 20% en el 2018. Asimismo, tan solo su feria más reciente facturó más de S/ 19 millones registrando un récord en asistencia por encima de 565,000 visitantes. José Carlos Alvariño, presidente de la Cámara Peruana del Libro (CPL), institución detrás de la cita literaria, subrayó en diálogo con Gestión que esta capacidad de convocatoria ha convertido al evento en uno de los más importantes de la región.

En efecto, la expectativa para la nueva edición, que se desarrollará del 19 de julio al 4 de agosto y que abordará el Universo Mario Vargas Llosa, es incrementar la asistencia en alrededor de 5%.

Preparativos

Para la próxima FIL Lima, la delegación de este universo, al que se le dará un tratamiento de país invitado, estará compuesta por 25 personalidades de distintos países, entre biógrafos, traductores, especialistas de la Cátedra Vargas Llosa y estudiosos de su obra.

Según detalló Alvariño, junto a las cerca de 850 actividades programadas, el escritor arequipeño “encabezaría tres presentaciones, y probablemente una para niños”.

Más espacio e inversión

Respecto a las dimensiones de la feria, su vocero comenta: “El recinto se siente estrecho y, aunque no hay mucho hacia dónde crecer en Parque de Los Próceres, va a haber una ampliación de 1,200 metros cuadrados, con lo cual se van a reubicar algunos auditorios”.

Es por esto que la inversión para la organización del evento se ha incrementado alrededor de 15%. “A diferencia de las ferias de la región, la del Perú no recibe un centavo del Estado”, recalca, para luego hacer hincapié en su paulatino posicionamiento a nivel América Latina.

Escaparate

Ello se habría visibilizado, según Alvariño, en la participación peruana en el reciente encuentro anual del Centro Regional para América Latina y El Caribe del Libro y La Lectura (Unesco), que reunió a directores de las ferias de Madrid, Guadalajara, Buenos Aires y Colombia.

infografía
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En Corto

Movimientos en la industria editorial
Escenario. La industria editorial peruana ha atravesado cambios diversos entre los años 2000 y 2016. Según un estudio de la CPL, los agentes editores se multiplicaron de 298 a 994. La oferta de títulos creció, en tanto, de 2,001 a 6,463. Al igual que la presencia de los formatos electrónicos. 12.7% de títulos ya existen en plataformas en línea.

La Cifra

15% es lo que habría aumentado este año la inversión para la organización de la feria. La idea es tener más área que permita recibir nuevos públicos.