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Diana Mujica Maguiñadmujica@diariogestion.com.pe

Aunque Cannes es un festival consagrado al cine de autor, hace ya varios años – por lo menos una década, según críticos y directores – que se volvió un evento de celebridades y alfombra roja donde se estrenan películas comerciales fuera de la competencia oficial. No por nada el evento acredita a 4,500 periodistas y convoca a 30,000 representantes de la industria cinematográfica.

Esto ha generado toda una industria ajena al cine que alimenta a los millonarios invitados: desde yates de millones de dólares, hoteles cinco estrellas y bares de moda son moneda corriente en la costa francesa.

Y este año no ha sido la excepción. La película escogida para abrir la 67 edición del ha sido "Gracia de Monaco", el biopic sobre la actriz Grace Kelly, quien se convirtió en una princesa de cuento de hadas tras casarse con el Principe Rainiero de Mónaco.

PolémicaLa película ha desatado los odios de la familia real quien ha calificado de falsedad comercial al film, que inicialmente se grabó con el consentimiento de la familia de la protagonista, que falleció en un accidente de auto hace ya varias décadas.

Esto no ha detenido la maquinaria del evento que ha hecho una alfombra roja que ha convocado a decenas de periodistas deseosos de escuchar a su protagonista, la actriz Nicole Kidman.

Aunque las celebridades aseguran la cobertura de la prensa del corazón – y no solo la especializada – y por tanto, da mayor luz al evento y permite congraciarse con las marcas promotoras, la cinta de este año no ha tenido suerte pues hasta los críticos menos exigentes le han dado la espalda y la han calificado de floja.

En marchaEste año el jurado lo preside una mujer, la directora Jane Campion, quien es además la única mujer que ha ganado la Palma de Oro en 1993 por "El Piano", el máximo premio del festival. Su presencia espera calmar las protestas sobre la poca presencia femenina en las categorías del evento. De los directores que compiten por la Palma de Oro, solo dos son de mujeres en esta edición. Hay 18 cintas compitiendo por el máximo trofeo.

Dinero, dineroPero otra batalla se pelea en Cannes y se juegan grandes cantidades de dinero. Durante la celebración del certamen, la industria se traslada a La Croisette para negociar la nueva temporada cinematográfica. Entre productores, distribuidores, agentes, proyecciones flash y pabellones nacionales en los que cada país promociona su cine, en Cannes se vende y se compra el presente y el futuro de las salas.

Desde su nacimiento en 1959 el Marché du Film se ha convertido en la mayor plataforma planetaria para pactar coproducciones, encontrar joyas y taquillazos, apostar por el cine de autor de un creador desconocido o por la enésima superproducción repleta de efectos especiales.