El uso excesivo de la tecnología puede ocasionar diversos trastornos, los cuales afectan principalmente la visión. (Foto: Difusión)
El uso excesivo de la tecnología puede ocasionar diversos trastornos, los cuales afectan principalmente la visión. (Foto: Difusión)

La adicción a los teléfonos de usos múltiples está aumentando, tal como lo advierte el pero ¿se puede afrontar eso desde el punto de vista médico?

Los peruanos encontramos en una época donde es imposible negar que la tecnología nos facilita diversas tareas esenciales las cuales realizamos día a día, ya sea por estudio o trabajo y más aún en tiempos de ocio.

Sin embargo, el uso excesivo de ésta puede ocasionar diversos trastornos, los cuales afectan principalmente la visión, ocasionando el temible ojo seco.

Al respecto, el medico oftalmólogo, Pablo Ruiz, señaló que esta alteración (ojo seco), se produce en la superficie de la córnea y la conjuntiva por falta de lágrima o porque ésta es de mala calidad, como consecuencia, la superficie ocular no está bien lubricada, lo que puede dar origen a diversas molestias oculares, problemas visuales y sobre todo lesiones en la córnea y la conjuntiva que pueden causar alteraciones muy peligrosas que pueden llevar a la ceguera.

“Para tratar este mal, existen diversos medicamentos y sin lugar a dudas los más recomendables son aquellos con preservantes biodegradables o libres de preservantes” enfatizó.

Asimismo, comentó que en el mercado existen gotas oculares de ciclosporina como Clacier, que ayudan a mejorar la calidad de la lágrima cuando disminuye su producción y previene el ojo seco.

El ojo seco generalmente se presenta en personas que por lo demás tienen buena salud. Esto puede ocurrir debido a cambios hormonales que hacen que los ojos produzcan menos lágrimas, agravándose aún más con el uso de equipos tecnológicos como celulares, laptops, tablets, entre otros.

Otras causas comunes de resequedad en los ojos son el aire acondicionado, largas exposiciones al sol o radiación de pantallas en general, tabaquismo y también calor o quemaduras químicas.