Ciro Benjamín Alegría Varona.
Ciro Benjamín Alegría Varona.

Al principio, tuvo dudas sobre si participar. “Tenía temor a que mi imagen quedara asociada al ensayo antes que a mi obra académica, que llevo años preparando”, explica Ciro Benjamín Alegría Varona (hijo del escritor Ciro Alegría). El autor del texto ganador, “Adagios. Crítica del presente desde una ciencia melancólica”, confiesa que tuvo que robarle horas al sueño para hacer su debut en un campo al que no pertenece, pero que conoce de cerca: el literario. No obstante, el esfuerzo valió la pena.

¿Cómo es el proceso creativo detrás de un ensayo?
Los escribo después de que tengo una idea fija que no pasa, pese a que tengo que dormir o dar clases. Me toma algunas horas. Casi todos los ensayos están escritos casi de un plumazo, aunque algunos están reelaborados a lo largo de meses o años. Como el más importante de todos, llamado “Sufriendo se aprende”.

¿Hay un público en el Perú para el ensayo?
El Perú tiene una larga tradición de ensayos, empezando por los de Mariátegui. Mantienen un público y han brindado una comprensión de la realidad. Los ensayos enseñan que las ideas son razones para actuar. Por lo tanto, la escritura responsable y artística de su contenido no es irrelevante. Incluso muchas novelas peruanas están llenas de ensayos.

¿Como cuáles?
Como “Los ríos profundos”, “El mundo es ancho y ajeno” y las de Vargas Llosa. “Conversación en La Catedral” está llena de ensayos.

¿Ha tenido alguna influencia en su trabajo?
De manera muy profunda y difícil de explicar, mis investigaciones filosóficas y estéticas son todas un gran comentario a la obra de mi padre.

¿Piensa ahora dedicarle más tiempo al ensayo?
Nunca pensé en una carrera literaria. Mi carrera es filosófica y también musical. Pero parece que la cosa no va a parar. Es posible que escriba más ensayos del mismo tipo.

Stuart Flores Herrera

Stuart Flores Herrera.
Stuart Flores Herrera.

Desde hace cuatro años, Stuart Flores dejó los trabajos pagados en segundo plano para dedicarse exclusivamente a escribir. “Me profesionalicé en este oficio”, admite el ganador de la XX Bienal de Cuento de los Premios Copé, por la historia “La piel fría”. Estudió periodismo, pero sostiene que esa carrera se conecta muy bien con la literatura.

¿Qué lo motivó a presentarse a este premio?
Siempre ha sido el mismo que me lleva a presentarme a los premios en que he participado: retarme a mí mismo o poner en competencia algún texto mío para ver cuánto de valor tiene frente al resto.

¿Qué influencias reconoce en su obra?
Siempre que escribo tengo, como una especie de amuleto, un libro de Roberto Bolaño. No solo me atrae la figura de Bolaño, sino la del escritor que surge de una marginalidad y se va abriendo a espacios porque es bueno.

¿Se considera un escritor marginal?
Soy en muchos sentidos un escritor marginal. Publico en una editorial independiente, no nací en Lima, ni vivo en los distritos céntricos de la capital.

¿Apostar por el cuento, siendo la novela un género más rentable, es una forma de marginalidad?
Sí, la novela es más atractiva al público que el cuento. Pero viéndolo del lado positivo, mucho más marginal es la poesía. Es triste que sea así, que exista poco índice de lectoría, pero a eso apuntan las artes.

¿Qué beneficios le encuentra a trabajar con una editorial independiente?
El trato y el trabajo es más estrecho y amical. No te van a distribuir tanto como una transnacional, pero es un cariño especial trabajar de la mano del editor.

¿Qué expectativas luego de ganar este premio?
Mis expectativas son las mismas y no están atadas a ningún premio. En cuestión de oportunidades, espero que sea una especie de amuleto para tener mayor visibilidad.