Preparación. Las arquitectas sostienen que hay cada vez más conocimiento de los consumidores sobre el diseño.
Preparación. Las arquitectas sostienen que hay cada vez más conocimiento de los consumidores sobre el diseño.

Mientras hacían su tesis de pregrado, Mariale Castillo y Sabrina Meléndez tomaron una decisión: no trabajar en un estudio de arquitectura que les ocupe gran parte del día. El plan era hacer trabajos freelance.

“Poco a poco, nos fueron recomendando y notamos que había futuro. Decidimos formalizarnos”, señala Mariale. Se apresuraron en constituir la empresa. Así nació Fractal Estudio, su propia compañía de diseño y arquitectura.

Recuerdan así los primeros proyectos de diseño de interiores que ambas realizaron para familiares, luego amigos y, al fin y al cabo, sus clientes.

En este tiempo, han percibido que el mundo del diseño ha cambiado. Sostienen que hay una demanda mayor por los contrastes, que se puedan percibir en las paredes o pisos, que rompan ciertos patrones.
“Antes todo era muy sobrio. Ahora se usan tonos como el púrpura o el violeta en casas”, señala Sabrina.

Mariale refiere que hay una mayor tendencia a materiales expuestos en interiores, como es el caso de los ladrillos, el concreto o la madera.
“Hay una corriente industrial, la presencia de estructuras de fierros en diferentes tonos, pero no significa un veto a materiales”, añade.

Huella propia

Las arquitectas están a punto de empezar obras en su primera casa de playa en San Bartolo. “Son más ambientes, son más decisiones que tomar. Hay que llegar a acuerdos con los dueños”, añade Sabrina.

Es un trabajo complejo, añade Mariale, quien sostiene que un diseñador, un arquitecto, propone al cliente una idea de un espacio que no existe. Entonces, los puntos de debate son grandes, por más que se pueden apoyar en herramientas tecnológicas que ayudan a visualizar sus ideas.

Consideran que el nuevo punto a trabajar es el mercado corporativo, como edificios de oficinas, tiendas o incluso restaurantes. “Todo lo que se construye está muy vinculado a la generación de creatividad de los trabajadores. Todo ha cambiado, hay cada vez más detalles y texturas en los espacios comunes”, añade Sabrina.

Espacios y utilidad

Espacios y utilidad
“La cocina es un espacio muy estimado”, afirma Mariale. Sabrina sostiene que remodelación de este espacio es muy común en Lima.

La arquitecta dice que los cambios de una cocina pueden ser de los más caros de una casa. Pero hay cada vez más disposición a invertir.
Sabrina añade que la gente lo que busca es una remodelación total que incluya paredes, pisos y el inmobiliario con que se equipa. “Lo que se pretende son espacios cada vez más utilitarios”.

Mariale complementa y afirma que otra intervención común es en los dormitorios de los hijos. “Los hijos van creciendo y sus gustos van cambiando”, apunta.

Sabrina señala que, en este espacio, los limeños prefieren no correr tantos riesgos. Ello implica que su disposición a gastar sea menor.