, la primera película peruana filmada en idioma aimara, fue recientemente elegida para representar al Perú en los premios Óscar y los Goya. La cinta hecha en Puno ha alcanzado diversos récords: llegó este año a la cartelera, manteniéndose siete semanas y posicionándose entre las cintas locales más vistas del primer semestre.

Bajo este contexto, ¿en qué estado se encuentra el proyecto de la Ley de Cine?, ¿y cómo se impulsaría la producción de cintas hechas en regiones, así como su distribución?

“Los subsidios económicos han demostrado ser favorables en términos de una producción que ha ido escalando. Hemos logrado desarrollar el cine regional. Hay una producción interesante de cine amazónico hasta cine de terror”, comentó a Gestión, titular del Ministerio de Cultura (Mincul). “La posibilidad del subsidio nos permite darle oportunidad al cine regional (…) hace algunos años nadie podría imaginar que una película en aimara pudiera salir así”.

Ajustes

En tanto, respecto a la Ley de Cine, Balbuena ahondó sobre el horizonte del proyecto. “Nuestro compromiso junto a la Comisión de Cultura del Congreso es tener una nueva Ley de Cine este año”.
Añadió que los ajustes son mínimos, pues la iniciativa tuvo un proceso de diálogo con diversos actores. No obstante, indicó que, más allá de la producción, otro aspecto central es la distribución mediante diversas plataformas.

“Muchas películas peruanas han estado varias semanas en cartelera compitiendo con otras (extranjeras), el problema es que ese consumo no es regional porque no hay salas de cine, estas solo están en las grandes capitales”. Balbuena añadió que su despacho cuenta con fondos que funcionan como una suerte de subsidios y que se destinan a concursos en diferentes categorías.

Mirada internacional

Según Balbuena, un eslabón de la industria aún por trabajar es el que tiene que ver con la distribución de las producciones. La intención es que no se limite al interior, sino también al exterior.

“El consumo no solo tiene que ser nacional, sino también internacional (y eso puede lograrse a través) de la participación (en premios) o en festivales importantes”, destacó.

Subrayó así la búsqueda de cubrir todo el circuito: desde la idea original del proyecto, pasando por la distribución hasta proyección en salas nacionales e internacionales.

“Hoy somos incluso miembros de varios comités internacionales donde ya impulsamos nuestro cine”.

El proyecto contempla la ampliación de fondos destinados al cine y a lo audiovisual, de 2,000 a 6,000 UIT; en donde además se presupuestan 2,000 UIT para otras industrias culturales y artes.
En ese contexto, reafirmó que, a diferencia de incluir un monto fijo “con posibilidad de quedar congelado, la UIT es de ayuda, ya que cada año se hace ajuste inflacionario”.

“Mientras haya más flexibilidad para incrementarse, sin tener que ajustar el monto, será beneficioso”.

Inversión para industrias creativas

Fondo para 34 categorías. El Ministerio de Cultura presentó recientemente la convocatoria de Estímulos Económicos para la Cultura 2018 que financiará, a través de 34 concursos a nivel nacional, proyectos audiovisuales y cinematográficos, así como de las artes escénicas, artes visuales, la música, el libro y fomento de la lectura. Se dispondrá así de alrededor de S/ 24.1 millones este año. Según Balbuena, la expectativa es tener 355 ganadores. “El fondo está garantizado para este año y también para 2019”, adelantó.

El rol de los estímulos económicos

Cinta. Al menos S/ 400 mil fue el estímulo económico que recibió “Wiñaypacha” del Mincul en el 2013 mediante el concurso de proyectos de obras de largometrajes de ficción exclusiva para regiones. Luego en el 2017 percibió otros S/ 100 mil vía concurso nacional de proyectos de distribución de largometraje.